Una de las labores más importantes que los responsables de las iglesias deben realizar, es el acompañamiento pastoral a personas que están pasando por crisis emocionales. Aconsejar, estar al lado, animar al doliente pasan así a ser actividades de primer orden. Salvo que hayan abrazado la fe de forma reciente, estos creyentes en crisis poseen todo un bagaje, un cuerpo de enseñanzas recibidas para afrontar tales situaciones. Las predicaciones en un momento u otro tocan el tema del doliente, libros al respecto tampoco faltan.
Un lugar abierto a la reflexión