Como cada 31 de octubre en un buen número de iglesias protestantes se conmemorará la Reforma del siglo XVI. Se darán discursos elogiando la gran gesta de los padres reformadores; se predicará por enésima vez la doctrina esencial de la justificación por la fe sola, por si aún quedan dudas al respecto. Los más renovadores apelarán a uno de los lemas más desafiantes de la Reforma: “la iglesia reformada siempre reformándose”, o dicho en sacrosanto latín: Ecclesia reformata semper reformanda , asumiendo que esto ha sido cierto alguna vez, o que puede serlo en el futuro.
Un lugar abierto a la reflexión