El cambio de sexo parece ser algo que solo se ha dado en las últimas décadas. Eso es cierto, por supuesto, en cuanto a la operación quirúrgica que posibilita un cambio del sexo físico, pero han ocurrido cambios de sexo operados por medio del lenguaje, y que se han hecho siglos después de la muerte de la persona en cuestión. Tal es el caso de la apóstol Junia, cuyo nombre se encuentra entre los saludos finales de la epístola de Pablo a los cristianos de Roma. La cuestión sobre el género sexual de Junia no es menor , puesto que, si se trataba de una mujer apóstol –el cargo más alto en la iglesia del primer siglo– eso constituiría un buen argumento a favor de la ordenación y el liderazgo de las mujeres en todas las iglesias de la actualidad. Ya en la época de Pablo, los apóstoles no eran solamente aquellos doce apóstoles elegidos por Jesús al comienzo de su ministerio. Esos doce varones representaban al nuevo Israel, que tal como el antiguo Israel, debía asentarse sobre doce patr...
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