Dicen quienes son expertos en sabiduría popular, que el conocido dicho Este no es mi Juan, que me lo han “cambiao” se originó en algún asistente a la representación del conocido drama Don Juan Tenorio de Zorrilla, que quiso manifestar de esta manera su decepción ante la conversión final del protagonista. Puede que haya sido así. Lo cierto es que estas palabras nos han venido como anillo al dedo para, salvando las distancias, titular nuestra reflexión de hoy, pues también quiere dar cuenta de una decepción. Para expresarlo con total honestidad, de una terrible y hasta dolorosa decepción: la de muchos creyentes genuinos cuando tienen la desgracia de caer en las garras de ciertos grupos sectarios disfrazados de iglesias cristianas, con nombres a cual más pintoresco, y sus carismáticos predicadores, quienes, llenos de santo fervor y biblias en alto, vocean un dios totalmente falso, un tipo de divinidad que no pasa de ser una grotesca e insultante caricatura del Dios Padre re
Un lugar abierto a la reflexión