No son pocos los que piensan que toda religión debería desaparecer. Las religiones serían las responsables de innumerables atrocidades, guerras y odios enconados por generaciones. El ateísmo tiene como uno de sus argumentos estrella precisamente esta idea, y el hecho de que el elemento religioso esté actualmente presente en toda una serie de numerosos conflictos armados parecería darles la razón. Ante esto cabe preguntarse si están en lo cierto, si al fin y al cabo el cristianismo y el islam, por ejemplo, no son en el fondo más de los mismo. Conocida es la anécdota en que durante una conferencia sobre religiones comparadas en Inglaterra una serie de expertos discutían qué era aquello que hacía diferente al cristianismo, si existía una doctrina que le fuera única. Tras un tiempo presentando ideas y descartándolas C. S. Lewis entró en el salón en el cual se estaba debatiendo esta cuestión. Lewis preguntó a qué se debía aquella algarabía. Le contestaron que estaban discutiendo...
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