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Mostrando las entradas etiquetadas como Antiguo Testamento

¿Qué hacemos con el Antiguo Testamento? | Juan María Tellería

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos. (Hebreos 4, 12a RVR60) Puede parecer tal vez que titulamos esta reflexión de hoy con una pregunta sin demasiado sentido en un medio evangélico, pero no lo es. La experiencia nos ha venido confirmando año tras año de forma bastante tenaz que los treinta y nueve libros de la primera parte de la Biblia constituyen un problema no pequeño para muchos creyentes reflexivos, desde niños y jóvenes de nuestras escuelas dominicales hasta los pastores que han de leer, meditar y estudiar los textos que preparan para la predicación, pasando por tantos miembros de nuestras iglesias a quienes su lectura desconcierta o llega incluso a herir profundamente la sensibilidad en pasajes e historias muy concretas. Por un lado, a nadie se le oculta que el Dios del Antiguo Testamento parece estar muy lejos —y muy por debajo— del Padre Celestial que encontramos en el Nuevo, tanto por su frecuente intrascendencia

El salmo olvidado - Por Juan María Tellería

  Cualquier lector habitual de la Santa Biblia a quien preguntemos cuántos salmos contiene el Salterio, nos responderá de inmediato: “ciento cincuenta”, cifra que es de muy fácil comprobación en cualquier versión al uso de las Sagradas Escrituras, ya sea católica, protestante o interconfesional, al menos en nuestro idioma (1). La sorpresa se dibuja, no obstante, en los rostros de muchos cuando descubren en la Septuaginta griega o Versión de los Setenta (LXX), así como en ejemplares antiguos de la Vulgata latina, en algunos manuscritos de la versión siríaca o Peshitta, en ciertas liturgias católicas hoy en desuso y en ediciones de la Biblia empleadas por las iglesias orientales de nuestros días (2), la existencia de un Salmo 151, del cual no hay rastro alguno en el Texto Masorético hebreo (TM). Se trata de una composición breve, de tan solo siete versículos, que citamos a continuación a partir de la Septuaginta (3):

Delitzsch-Keil: Comentario al texto hebreo del A. T. y su traductor X. Pikaza - Por Alfonso Pérez Ranchal

No hace mucho, en un artículo publicado en Religión Digital y titulado «Delitzsch-Keil: Comentario al texto hebreo de los profetas (Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel)»(1) , Xabier Pikaza anunciaba la publicación de cuatro de estos comentarios. Allí apuntaba : «No hay, que yo sepa, mejores comentarios al texto hebreo de los profetas. Son antiguos, tienen más de 150 años, pero siguen siendo los mejores, por comentar directamente el texto hebreo, por discutir su sentido, por actualizarlo, de una forma filológica, histórica y teológica.    El hecho de que aparezcan juntos, espléndidamente editados por la Editorial CLIE, constituye un acontecimiento eclesial y cultural de primer orden, para protestantes, para católicos, para todo tipo de creyentes, que quieran volver y fundarse en la palabra de la Biblia. El comentario está hecho sobre el texto hebreo, pero no hace falta ser experto en lenguas semitas para entenderlo. Basta tener interés cultural, pasión por la Biblia, interés por el judeo

¿Qué enseña el Antiguo Testamento a la Iglesia y a la sociedad de hoy? - Por Joseba Prieto

El conjunto de libros que conforman la Biblia Hebrea han tenido una influencia incalculable, especialmente en lo que se conoce como “cultura judeocristiana”. A pesar de la evidente antigüedad de sus relatos, sus páginas han sido leídas por muchísimas personas, en contextos culturales y religiosos sumamente alejados del contexto original en que estos se forjaron. Aunque en nuestra sociedad occidental ya no existe un libro “sagrado” que configure la conciencia de los individuos, los relatos bíblicos siguen impregnando nuestra cultura de múltiples formas. Aun así, la relación con el Antiguo Testamento no ha estado exenta de problemas . Una cuestión que ha causado verdaderos quebraderos de cabeza es, precisamente, la relación entre Antiguo y Nuevo Testamento. Ya a mediados del siglo II, la Iglesia tuvo que enfrentarse con el llamado “reto marcionita” que cuestionó la necesidad de la herencia judía para el mensaje cristiano. Marción, desde una postura radical, planteó una oposición abs

El problema moral del Antiguo Testamento, con Marción de fondo - Por Alfonso Ropero

Una Biblia, dos Testamentos o Alianzas, el Viejo y el Nuevo Pacto. No siempre es fácil observar la relación entre ellos. En ambos resuena la misma Palabra de Dios, pero qué duda que en ellos apreciamos una dialéctica de continuidad y discontinuidad. La Ley por medio de Moisés fue dada, pero la Gracia y la Verdad vinieron por medio de Jesucristo, nos enseña el Evangelio de Juan (1:17). No solo hay dos tiempos , el tiempo de los padres, en los que Dios habló por medio de los profetas, y el tiempo kairótico del ahora, que nos ha hablado por el Hijo (Heb 1:1); sino que también hay dos modos , el modo de ser y vivir en el viejo Israel, y el nuevo modo ser y vivir del nuevo Israel en Cristo . Habéis oído que se enseñó a los antepasados... Pero yo os digo» (Mt 5:21-48). Hay también dos realidades , por un lado, el pueblo de Dios ligado a una tierra, a un territorio concreto con un templo como centro y foco de adoración; por otro, un pueblo en camino, sin territorio propio, cosmopolita

El Antiguo Testamento, y nosotros - Por Juan María Tellería

¿POR QUÉ DEBEMOS LEER EL ANTIGUO TESTAMENTO? O EL DESAFÍO DE UN MUNDO ANTIGUO A UNA IGLESIA MODERNA Desde que en el siglo II el primer reformador de la historia del cristianismo, Marción de Sínope (1), pusiera en la picota el Antiguo Testamento, contrastándolo con el Nuevo (2) y negándole valor como Escritura Sagrada para la Iglesia, han venido surgiendo hasta nuestros días legiones de neomarcionitas que han rechazado de plano la lectura o el estudio del Antiguo Testamento, esa primera y venerable parte de la Santa Biblia, por considerarlo superado o bien por rehusarle cualquier tipo de inspiración divina efectiva. Si por otro lado tenemos en cuenta la epidémica proliferación de sectas y grupos religiosos extremistas desde el siglo XIX, cuya dependencia del Antiguo Testamento es total en lo que se refiere a doctrinas y praxis, siempre en detrimento del mensaje redentor de Cristo, el debate está servido. Nada nos debe extrañar, por tanto, que sean muchos los creyentes actuales