Noviembre de 2025 El reciente álbum LUX , de la cantante catalana Rosalía, ha despertado comentarios intensos en distintos sectores evangélicos. Algunos celebran su búsqueda espiritual; otros, desde posiciones más tradicionales, se apresuran a encasillarla: si no conduce explícitamente a nuestras doctrinas, templos o categorías de salvación, entonces —afirman— no puede ser genuina, como si el “aparte de Cristo no hay salvación” equivaliera a aparte de la iglesia evangélica no puede haber fe. Lo de Rosalía, como otras tantas expresiones religiosas-espirituales, se etiqueta con cierta facilidad como sincretismo o paganismo envuelto en estética. Esa reacción, más que hablar de Rosalía, revela nuestras propias prisiones religiosas. En el trasfondo se asoma una convicción no siempre confesada, que toda expresión espiritual valiosa debe terminar en “lo nuestro”, en nuestras certezas sobre Jesús y en nuestra forma de entender la salvación. Esa es la lógica que ha marcado buena par...
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