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Mostrando las entradas etiquetadas como Ortodoxia

¿Qué es el fundamentalismo? - Manuel Sonora

El fundamentalismo en sí se da en todas las religiones , no es exclusiva de ninguna en particular. Es una interpretación muy literal y conservadora de las Escrituras Sagradas o de las enseñanzas del fundador de esa religión.  En el cristianismo se da en algunos sectores de la Iglesia Católica Romana, en la mayoría de las denominaciones evangélicas en México y Latinoamérica y en algunos sectores de la Comunión Anglicana, principalmente en África y el Cono Sur, esto es Sudamérica. 

El comienzo del cambio tras la muerte de Servet - Por Manuel de León

  No era fácil cambiar el paradigma social y teológico sobre la idea de no castigar a los “herejes” o disidentes, ni siquiera entre los líderes religiosos protestantes, que debieron considerar perniciosa y maligna la represión contra el espíritu fraternal del Evangelio.   Ni el mismo Castelio, reconocido campeón de la libertad de conciencia, no evitó algunas contradicciones, aunque reconociese las Escrituras como fuente de la libertad y la fraternidad. Sin embargo, -apunta Carlos Gilly- no dejaría de haber en Europa otros hombres de la Reforma como el anabaptista espiritualista Balthasar Hubmaier, y esta vez no por las citas explícitas de la  Paráfrasis  sobre el bautismo y la “gran comisión” sino por los innumerables préstamos anónimos tomados de Erasmo para su escrito sobre la tolerancia de 1524 ( De los herejes y de quienes los queman ), para los dos escritos sobre el libre albedrío de 1527 ( De la libertad de la voluntad  y  El segundo libro de la libre voluntariedad)  y quizá tamb

La derecha evangélica - Por Juan Stam

En el discurso político de nuestro tiempo, " evangélico" y "derechista" se tratan como sinónimos intercambiables . En este contexto semántico, ser evangélico significa apoyar al gobierno golpista de Honduras y la oposición derechista de Venezuela y Brasil. En los Estados Unidos, significa pertenecer al Partido Republicano, a lo mejor en sus sectores más reaccionarios. Encontrar un "evangélico demócrata" es más difícil que encontrar una aguja en un pajar. En esta situación, el término "evangélico" no tiene absolutamente nada que ver con su raíz : el evangelio, las buenas nuevas del reino de Dios.  De hecho, en su uso actual es un membrete que carece totalmente de significado teológico. Donald Trump puede jactarse, "I'm evangelical, and proud of it" ("Soy evangélico, con mucho orgullo"), sin la menor sospecha del significado del término. Alzó una Biblia y la declaró el libro más grande de todos los siglos, pero n

Un hombre extraño - Por Alfonso Pérez Ranchal

En dos de los evangelios sinópticos aparece un hombre del que apenas se nos dice nada . En Marcos el espacio dedicado a este episodio es apenas de tres versículos, en Lucas de dos. No conocemos su nombre, de dónde procedía. Es una persona anónima de la que además nunca se escucha hablar en los púlpitos, ni tan solo una meditación. Pienso en esto y la única conclusión a la que llego es que no se ajusta a muchas ideas que circulan por las iglesias. Ya se sabe, si algo no encaja mejor arrinconarlo. Este modo de actuar no deja de ser problemático ya que también se hace lo propio con las palabras de Jesús , las que hacen alusión a él. Pero es más, aquí el Galileo dejó sentado un principio, algo que debía ponerse en práctica cada vez que lo allí relatado se repitiera a lo largo de la historia del cristianismo , o mejor, ser asumido como algo normal, propio de lo que significa ser un creyente. Esta figura aparece en Marcos 9:38-40 y en Lucas 9:49-50. En ambos pasajes el contexto lo

¿Conservador o liberal? – Por Máximo García Ruiz

  No es la primera vez que alguien se interesa por conocer en qué ámbito teológico me muevo. La pregunta, el interés o la curiosidad, viene de lejos. Y ya me he acostumbrado a escuchar, aunque sea de rebote, algunas de esas catalogaciones en las que se me incluye. Recién graduado en el Seminario Teológico Bautista, ubicado entonces en Barcelona, hace ya muchos años, un miembro de la primera iglesia que pastoreé, el más ilustrado de la congregación, estuvo durante un año a la caza de mis sermones para comprobar hasta qué punto podía ser verificable la información que le habían transmitido de que el nuevo pastor, es decir, yo mismo, era modernista. Llegó un momento en que el tema se puso sobre el tapete y pudimos dialogar abiertamente con un elevado sentido de fraternal entendimiento.