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Mostrando las entradas etiquetadas como Capitalismo

Necesitamos otra transfiguración: La luz no brilla; los ojos no ven (con M. Weber) - Xabier Pikaza

El próximo 28* se celebra la transfiguración cuaresmal (iluminación de Dios en Cristo), en preparación de Pascua. Durante XIX siglos la transfiguración antigua había sido un "canto firme": Los cristianos creían que el Dios de Luz había brillado en Cristo (Tabor), con los testigos del AT (Elías y Moisés) y los apóstoles del NT (Pedro, Santiago y Juan). Pero esta fiesta es hoy irrelevante para muchos: Dios no brilla, nada se transfigura. Nietzsche decía, ya en el XIX, que el Cristo de la Transfiguración está apagado; ha perdido su luz, no canta, ni baila, ni vive, no es Dios. Así repitió a principios del XX, M. Heidegger: Dios no canta, no brilla, y tampoco nosotros bailamos ni gritamos (a  no ser que vuelvan antiguos dioses paganos o cruces gamadas de nazis).

Las sanciones económicas de la gran Bestia- Por Juan Stam

"Y hacía que a todos se les pusiese una marca...y que ninguno pudiese comprar ni vender sino los que tuviesen la marca"  Apoc. 13.16s. Es curioso, y sintomático de las incoherencias que prevalecen en la interpretación del Apocalipsis, que tanta gente se obsesione por descifrar el misterio del número "666", pero casi nadie se fija en la finalidad de dicha marca -el impedir que otros compren y vendan.   La inmensa mayoría malinterpreta  el "666" como una especie de rompecabezas o crucigrama del cual depende supuestamente toda nuestra comprensión del futuro.  Podemos estar seguros de que tanto Juan como sus lectores sabían quién era la Bestia y por qué se conocía por "666".  Nosotros también, con un grado de certeza hermenéutica bastante alto, podemos entender lo que Juan quiere decir por "la Bestia" (cf. 17.7-11), pero carecemos casi totalmente de claves hermenéuticas seguras para saber por qué Juan y sus lectores la identificaban con el

De la mina al Parlamento británico. ¿Por qué mejoran los pueblos? - Por Alfonso Ropero

La memoria de James Keir Hardie permanece en el pueblo británico como uno de esos santos laicos   que dio a los pobres de Gran Bretaña la esperanza de un futuro mejor. Objeto de una auténtica veneración en los medios populares, este esforzado minero se convirtió en el símbolo del Labour británico, y seguirá siéndolo hasta mucho después de su muerte. El poeta español Miguel Hernández dedicó un tremendo poema a la pobre infancia de la época destinada al trabajo desde mucho antes que sus huesos terminaran de formarse: Carne de yugo, ha nacido Más humillado que bello, Con el cuello perseguido Por el yugo para el cuello.  Nace, como la herramienta A los golpes destinado, De una tierra descontenta Y un insatisfecho arado.

Protestante rico, católico pobre - Por Alfonso Ropero

Es un tópico común decir que los países protestantes son más ricos que los católicos. Todos lo hemos dicho o pensado en un momento u otro. Se explica diciendo que en los países protestantes existe una ética del trabajo que falta en los católicos. Por eso los países del sur de América vieron con buenos ojos, ojos de los libertadores, la introducción del protestantismo de sus vecinos del norte, de Estados Unidos, para intentar dinamizar sus sociedades y equipararlas económicamente a esa nación cada vez más poderosa en el panorama mundial. La obra del gran científico social Max Weber, La ética protestante y el espíritu de capitalismo ( Die protestantische Ethik und der 'Geist' des Kapitalismus , 1904-1905) parecía a muchos demostrar la ecuación protestantismo = capital; catolicismo = pobreza. El filósofo español José Luis Abellán no tuvo problemas en defender la tesis de la pobreza católica como una nota de superioridad del catolicismo sobre el protestantismo capitalista y mater