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Mostrando las entradas etiquetadas como Nicolás Panotto

Sobre aprender del abandono divino | Nicolás Panotto

  “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, dijo Jesús (Mt 27.46) Al conocer el final de esta historia, tendemos a asumir esa declaración de Jesús en medio de su angustia como un simple grito al pasar. Como que “un par de versículos después” todo se soluciona. Como que la vida está escrita sobre un papel de antemano. Vaciamos de realidad un desahogo provocador. La confesión de una escisión. El reconocimiento del despojo, de la desolación. El quiebre de Dios mismo. Su auto-abandono. Una pérdida de sentido absoluto frente a circunstancias que se transformaron en hostiles, en pura niebla, lejos de multitudes festivas. Un sentimiento de desamparo en medio del sufrimiento, de la persecución, de la burla de aquellos/as más cercanos, a quienes diste tu día y tu noche. Un abandono que se siente traición, de los amados/as y de Dios mismo. No hay nadie en quién confiar. Solo vos, el dolor de la carne abierta y la sonrisa sarcástica de los desconocidos/as que te miran cual espectáculo de

El silencio de Dios – Por Nicolás Panotto

    El silencio es el vacío que posibilita lo pleno. Todo lo lleno anhela el vacío para no quedar saturado de sí mismo. El silencio de los sentidos, de los deseos, de la mente El silencio que nos devuelve el estado prístino de ser, de simplemente ser en el Ser. Javier Melloni   En la conocida oración del Getsemaní (Mc 14.32-36), Jesús pone en evidencia sus más hondos sentimientos. Angustia y tristeza de muerte . Es desde allí que pide al Padre (al  Abba , al “papito”) que le haga pasar esa copa de inigualable sufrimiento. En este hecho hay dos cosas a resaltar. Primero, el mismo hijo de Dios muestra lo más profundo de sí , siendo transparente con aquello que le aquejaba. Pero en segundo lugar, llama la atención el silencio del Padre . Jesús nunca recibió respuesta. Por eso exclamará un tiempo más tarde, tendido en la cruz:  Elohi, Elohi,lĕma’ šĕbaqtani  (“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Mt 27.46). Existen muchas historias en el texto bíblico que muestran el sil

El miedo a la diferencia - Por Nicolás Panotto

Allá por inicios de los ’40, el conocido psicoanalista y filósofo Eric Fromm publicaba un libro titulado El miedo a la libertad , donde trabaja de manera magistral la paradoja que existe entre la predicación de la modernidad sobre el paraíso de la libertad humana en la parafernalia del progreso, y la realidad que se evidencia en el miedo que atraviesa el “hombre moderno” en el encuentro solitario consigo mismo. Se pregonaba algo que no se podía lograr, a lo que se temía profundamente: asumir el propio lugar. ¿Cómo puede temerse al desarrollo de uno de los aspectos más elementales de nuestra existencia? Esta pregunta vino a mi mente al pensar sobre otro aspecto elemental de nuestra humanidad, como es la diferencia que nos constituye como personas y comunidad social . Ya lo sabemos y lo predicamos por doquier: “somos distintos”, “hay que promover el diálogo”, “debemos aprender unos de otros”, entre muchos otros clichés que tanto escuchamos por allí, cuya enunciación no es más que l