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Mostrando las entradas etiquetadas como Diferencia

Una introducción al cristianismo Marginal. 2.ª parte - Por Adrian Aranda

  Pero difícilmente aprendamos a vivir si primero no asimilamos a la muerte como una posibilidad; huir de esta posibilidad, de la condición de ser finitos, no hace más que llevarnos a buscar certezas donde no las hay, certezas que no son tales porque hacen que nuestro comportamiento se vuelva agresivo hacia todo aquel que represente una amenaza a nuestra seguridad, que represente nuestro miedo más oculto pero más prominente: el miedo a la finitud. El fundamentalismo, ontológicamente hablando, no es más que huir de esa incertidumbre , es huir de la incertidumbre propia de la condición humana, finita, mortal. El gran problema del existencialismo, de la escuela deconstructiva , de las críticas nietzscheanas a la metafísica occidental, es que han mostrado que no hay fundamento último, que no hay fondo, pero no han mostrado cómo vivir nuestra existencia sin fondo. Si se plantea que no podemos vivir una vida plena siendo conscientes de nuestra posibilidad más posible que es la muerte, la

Una introducción al cristianismo Marginal. 1.ª parte - Por Adrian Aranda

  Un gran error que los cristianos cometen a través de los siglos es creer que con su nacimiento nace la fe cristiana. Toman como “dado” y absoluto el cristianismo sobre el cual han sido arrojados a existir. No entienden que el cristianismo no es un “aquí y ahora”, sino una extensión espacio-temporal que abarca mucho más que el presente. Ser cristiano es estar sumergido en una historia que nos precede, nos constituye y nos supera. Desconocerla es desconocer la fe.

¿La "sana doctrina" o apologética de la sospecha? - Por Wesley Mitzrrahim

  I. Breve propuesta historiográfica en torno a la configuración de la “sana doctrina”[1] Hace unas décadas la categoría de “secta” o la adscripción de “nuevos grupos sectarios” se aplicaban al conjunto de movimientos religiosos ajenos radicalmente a la tradición evangélica , pero que, sin embargo, requerían de acercamientos precisos en la tarea evangelizadora. Por ejemplo, algunos  populares manuales utilizados para tales fines en Institutos Bíblicos o Seminarios, eran el de Luisa Jeter, ¿Cuál camino? ,[2] el de Pablo Hoff, Otros Evangelio s,[3] el de Josh McDowell y Don Stewart, Estudio de las sectas ,[4] el de Van Baalen, El caos de las sectas ,[5] o las obras de Walter Martin. Gran parte de las energías en los grupos de discipulado o adiestramiento, de candidatos al ministerio, se destinaba a advertir contra los peligros de grupos sectarios. Así, la instrucción y formación de “evidencias cristianas” que se creía pertinente para la conservación de la iglesia encontraba uno de sus nú

Racismo y empatía - Por Dionisio Byler

Estos días, inevitablemente, me hallo meditando sobre la cuestión del racismo. No solo el racismo asesino sino el racismo de fondo, de actitudes , que alimenta esos asesinatos. El ser humano, creado  a imagen de Dios pero proclive a prestar oído a las tentaciones de la serpiente, somos capaces de bondad sublime y maldad espantosa. Podemos ser extraordinariamente solidarios y altruistas, capaces de sacrificarlo todo, hasta la vida, por los demás. Podemos ser también egoístas, manipuladores y crueles para utilizar a los demás para complacer nuestros propios deseos y aspiraciones. En mi opinión, una de las claves de la bondad de la que somos capaces, es la capacidad de empatía , de ponernos en la piel del otro, imaginarnos en su situación, y sufrir por hacer nuestro el sufrimiento que vive el otro. Para que eso sea posible hace falta imaginación, por supuesto, pero una forma específica de imaginación. La de imaginar que lo que vive y siente el otro, importa. Todos podemos da

Un hombre extraño - Por Alfonso Pérez Ranchal

En dos de los evangelios sinópticos aparece un hombre del que apenas se nos dice nada . En Marcos el espacio dedicado a este episodio es apenas de tres versículos, en Lucas de dos. No conocemos su nombre, de dónde procedía. Es una persona anónima de la que además nunca se escucha hablar en los púlpitos, ni tan solo una meditación. Pienso en esto y la única conclusión a la que llego es que no se ajusta a muchas ideas que circulan por las iglesias. Ya se sabe, si algo no encaja mejor arrinconarlo. Este modo de actuar no deja de ser problemático ya que también se hace lo propio con las palabras de Jesús , las que hacen alusión a él. Pero es más, aquí el Galileo dejó sentado un principio, algo que debía ponerse en práctica cada vez que lo allí relatado se repitiera a lo largo de la historia del cristianismo , o mejor, ser asumido como algo normal, propio de lo que significa ser un creyente. Esta figura aparece en Marcos 9:38-40 y en Lucas 9:49-50. En ambos pasajes el contexto lo

El miedo a la diferencia - Por Nicolás Panotto

Allá por inicios de los ’40, el conocido psicoanalista y filósofo Eric Fromm publicaba un libro titulado El miedo a la libertad , donde trabaja de manera magistral la paradoja que existe entre la predicación de la modernidad sobre el paraíso de la libertad humana en la parafernalia del progreso, y la realidad que se evidencia en el miedo que atraviesa el “hombre moderno” en el encuentro solitario consigo mismo. Se pregonaba algo que no se podía lograr, a lo que se temía profundamente: asumir el propio lugar. ¿Cómo puede temerse al desarrollo de uno de los aspectos más elementales de nuestra existencia? Esta pregunta vino a mi mente al pensar sobre otro aspecto elemental de nuestra humanidad, como es la diferencia que nos constituye como personas y comunidad social . Ya lo sabemos y lo predicamos por doquier: “somos distintos”, “hay que promover el diálogo”, “debemos aprender unos de otros”, entre muchos otros clichés que tanto escuchamos por allí, cuya enunciación no es más que l