Cuando observamos el universo, vemos sobre todo inmensos espacios despoblados de cuerpos materiales. Es verdad que existen infinidad de estrellas, galaxias y otros muchos objetos naturales pero, en realidad, lo más predominante es ese vacío oscuro y sobrecogedor. No obstante, todo el cosmos está dominado por leyes naturales inmutables que permiten deducir la existencia de cosas que no son fácilmente observables, como la materia y energía oscuras o los famosos agujeros negros. Además, al analizar la luz procedente de los diversos astros, los cosmólogos pueden determinar los elementos químicos que los componen y constatar que éstos son siempre los mismos. Poco más de noventa elementos diferentes que van desde el hidrógeno, que sólo tiene un protón en su núcleo, hasta el uranio, con 92 protones. Los demás elementos de la tabla periódica -hasta los 118 que la componen- son sintéticos o elaborados por el ser humano. De manera que todo el vasto universo conocido parece estar fo
Un lugar abierto a la reflexión