El mensaje de Jesucristo, a partir del cual surge el cristianismo, fue estrictamente hablando un mensaje religioso dirigido exclusivamente a los judíos. Consistía básicamente en la llegada del Reino de Dios tan anunciado por los profetas, y tan vivo en la mentalidad apocalíptica que se había ido formado en Israel en los siglos anteriores al nacimiento de Jesús. Es sabido que la filosofía no caracterizaba precisamente a los judíos, un pueblo que había renacido de las cenizas del destierro en Babilonia en torno a la ley de Moisés. Solamente unos cuantos judíos transterrados en otros países, se interesaron positivamente por la filosofía, los llamados judíos helenistas, concretamente los afincados en tierra egipcia, con Filón de Alejandría como su cabeza más conspicua y fecunda. No que ellos buscaran la filosofía, sino que rodeados por el inmenso mar de la cultura helénica , y obligados por el reto que esta suponía para sus creencias, se acercaron a la filosofía con intención a...