La idea de comunidad de Pablo de Robert Banks, Clie, 254 páginas, 2011. ¿Es bíblica la congregación a la cual asisto? Esta pregunta puede extrañar a algunos creyentes que tal vez ni siquiera se la han planteado porque dan por hecho que la respuesta es positiva. Las iglesias llamadas históricas procedentes de la Reforma religiosa del siglo XVI asumen como algo natural una tradición común -de cuando la iglesia era una- junto a un desarrollo propio. La cuestión se vuelve más interesante en aquellas iglesias que suelen ser independientes -surgidas posteriormente- y que realmente se consideran como las congregaciones más parecidas a lo que encontramos en las páginas del Nuevo Testamento. Uno de los casos más frustrantes y tristes que me he encontrado a lo largo de mis años como creyente es un tipo de organización eclesial -que en absoluto es excepcional- que está dirigida por un pastor principal asistido de un cuerpo de ancianos. Este pastor suele tener en su figura la máxima
Un lugar abierto a la reflexión