El caso de Beth Moore [1] me ha traído a la memoria un libro que leí hace un tiempo, donde apuntaba a un mal incipiente en las iglesias y que hoy es celebrado y compartido por la mayoría blanca evangélica estadounidense y sus homólogos en Latinoamérica: la versión fundamentalista de un nacionalismo cristiano de corte derechista.
Un lugar abierto a la reflexión