LA IGLESIA COMO BARCA DE SALVACIÓN El papel del cristianismo en la crisis ecológica Casi desde el principio del cristianismo, la Iglesia ha venido siendo comparada a una barca, «la barca de Pedro», que en el mar de este mundo ayuda a la humanidad pecadora a salvar su alma. La imagen de la Iglesia como barca de pesca es bastante poderosa, que hunde sus raíces en las parábolas de Jesús, por eso fue de las más utilizadas en los primeros siglos, muy presente en el arte y la imaginería eclesiales. «La Iglesia es semejante a una nave que continuamente es agitada por las tormentas y tempestades, pero que no podrá naufragar jamás, porque su palo mayor es la Cruz de Cristo; su piloto, el Padre; su timonel, el Espíritu Santo; sus remeros, los Apóstoles» (Gregorio de Elvira, s. IV). Nave se llama a la parte del edificio eclesial donde los fieles pueden sentirse seguros de las tormentas y peligros del mundo exterior. Adriaen Pietersz van der Venne, Pescando almas, 1614 La Reforma protesta...
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