"Y hacía que a todos se les pusiese una marca...y que ninguno pudiese comprar ni vender sino los que tuviesen la marca" Apoc. 13.16s. Es curioso, y sintomático de las incoherencias que prevalecen en la interpretación del Apocalipsis, que tanta gente se obsesione por descifrar el misterio del número "666", pero casi nadie se fija en la finalidad de dicha marca -el impedir que otros compren y vendan. La inmensa mayoría malinterpreta el "666" como una especie de rompecabezas o crucigrama del cual depende supuestamente toda nuestra comprensión del futuro. Podemos estar seguros de que tanto Juan como sus lectores sabían quién era la Bestia y por qué se conocía por "666". Nosotros también, con un grado de certeza hermenéutica bastante alto, podemos entender lo que Juan quiere decir por "la Bestia" (cf. 17.7-11), pero carecemos casi totalmente de claves hermenéuticas seguras para saber por qué Juan y sus lectores la identificaban con el ...
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