La donación de órganos en el cristianismo: perspectivas ecuménicas y desafíos pastorales | Juan G. Biedma
Resumen
La donación de órganos y tejidos se ha convertido en uno de los debates bioéticos más relevantes del presente. En contextos donde la fe cristiana sigue modelando la visión del cuerpo, la vida y la muerte, la articulación entre convicciones teológicas y decisiones biomédicas adquiere especial densidad. Este artículo explora, desde una óptica rigurosamente ecuménica, las posturas de las principales confesiones cristianas sobre la donación de órganos, integrando el análisis doctrinal con las prácticas pastorales y sociales. El texto parte del fundamento bíblico y patrístico, se adentra en las declaraciones contemporáneas del catolicismo, el protestantismo histórico, el anglicanismo, la ortodoxia y las grandes alianzas evangélicas, y analiza los obstáculos que aún persisten entre fieles y comunidades locales. Como referencia empírica, se presenta el caso catalán de colaboración institucional entre órganos públicos y entidades religiosas, analizado a través del artículo «Fe en los tejidos» de Miriam Díez[1]. Finalmente, se ofrecen propuestas para una praxis ecuménica que fortalezca la cultura de la donación desde la fe compartida y el servicio común a la vida.
Palabras clave:
donación de órganos, cristianismo, ecumenismo, bioética, cuerpo, pastoral de la salud, diálogo interconfesional, teología práctica, Miriam Díez.
Introducción
La medicina moderna ha desarrollado técnicas capaces de prolongar, restaurar o incluso salvar vidas a partir del gesto altruista de donar órganos. Sin embargo, este avance técnico no siempre encuentra aceptación automática en el tejido social, en parte por motivos culturales, éticos o religiosos. La complejidad de la cuestión se incrementa cuando se considera que muchas personas formulan sus decisiones sanitarias desde convicciones teológicas, especialmente en contextos donde la fe cristiana sigue ejerciendo un influjo sustancial.
A pesar de que doctrinalmente no existen objeciones de peso entre las principales confesiones cristianas respecto a la donación de órganos, sigue habiendo dudas, miedos y rechazos entre los fieles, muchas veces más motivados por desconocimiento o
malinterpretaciones que por fundamentos teológicos. Este artículo, tomando como punto de partida el trabajo de Miriam Díez publicado en El Nacional.cat, se propone delinear un mapa teológico y pastoral en torno a la donación de órganos, integrando fuentes escriturísticas, patrísticas, magisteriales y confesionales, y articulándolas con experiencias prácticas de iniciativas ecuménicas, con especial atención al caso catalán que expone Díez.
1. Fundamentos teológicos desde la Escritura, la Patrística y el Magisterio contemporáneo
1.1 Fundamento bíblico
Aunque la donación de órganos, tal como hoy se entiende, no tiene correlato directo en los textos bíblicos, el ethos cristiano que anima esta práctica se halla profundamente arraigado en la revelación. El mandato del amor al prójimo (Lev 19:18), ratificado por Jesús como eje de la ley y los profetas (Mt 22:37–40), subyace a toda ética cristiana. Aún más explícita es la formulación joánica: «Nadie tiene mayor amor que quien da la vida por sus amigos» (Jn 15:13), donde el verbo «dar» cobra una dimensión sacrificial que ilumina la lógica de la donación.
Asimismo, en la teología paulina del cuerpo (1 Co 12), la corporalidad se entiende como lugar de servicio y comunión, no como propiedad individual aislada. El cuerpo cristiano es «templo del Espíritu Santo» (1 Co 6:19), no para su idolatría, sino para su entrega incondicional.
1.2 Perspectiva patrística
Los Padres de la Iglesia no conocieron la realidad médica del trasplante, pero sus enseñanzas son elocuentes respecto a la donación, la corporeidad y el amor eficaz. San Basilio de Cesárea, en su Homilía sobre la avaricia[2], afirma que lo que no se comparte con el necesitado se roba. San Juan Crisóstomo, por su parte, recuerda que la vida cristiana consiste en «hacerse prójimo» mediante el servicio del cuerpo. El concepto de «kenosis» (vaciamiento voluntario), esencial a la cristología patrística, ofrece una matriz espiritual para comprender la donación como participación en la autodonación de Cristo.
El Crisóstomo escribe: «Si no reconoces a Cristo en el pobre, tampoco lo reconocerás en el altar. (…) Sirve a Cristo con tu cuerpo sirviendo al hermano: con tus pies, corre a los necesitados; con tus manos, brinda ayuda; con tus ojos, observa su sufrimiento; con tu lengua, consuela al afligido». Para el santo es evidente que la vida cristiana consiste entonces en hacerse prójimo mediante el servicio del cuerpo[3].
1.3 Doctrina contemporánea
La consolidación del pensamiento cristiano sobre la donación de órganos se verifica con nitidez a partir del siglo XX.
En el ámbito católico, su Magisterio ha sido explícito. Juan Pablo II, en su discurso al Congreso de Trasplantes (2000)[4], calificó la donación como «acto de amor que va más allá de la muerte», mientras que el Catecismo de la Iglesia Católica [n. 2296] afirma su licitud moral, siempre que exista consentimiento libre e informado:
El trasplante de órganos no es moralmente aceptable si el donante o sus legítimos representantes no han dado su consentimiento explícito. Es conforme a la ley moral si los peligros y riesgos físicos y psíquicos que conlleva son proporcionados al bien que se espera obtener del trasplante. La donación de órganos después de la muerte es un acto noble y meritorio y debe ser alentada como expresión de generosa solidaridad. Es ilícito provocar directamente la mutilación de una persona viva o causar su muerte, aunque sea para retrasar la de otras personas.
Este número del Catecismo articula los principios morales esenciales que rigen la ética católica del trasplante de órganos. En él se destacan tres elementos clave:
- Consentimiento libre e informado: El acto de donar órganos debe estar basado en la voluntad explícita del donante o de sus legítimos representantes, como garantía del respeto a la dignidad y autonomía de la persona.
- Proporcionalidad del riesgo: La intervención médica debe evaluarse éticamente en función de los riesgos asumidos por el donante y del beneficio real para el receptor, conforme al principio del bien proporcionado.
- Alabanza del acto post mortem: El Catecismo no solo autoriza la donación después de la muerte, sino que la presenta como un «acto noble y meritorio», enmarcándolo teológicamente como una expresión de caridad solidaria.
Por último, el texto subraya el límite infranqueable de la ética católica: no se puede provocar directamente la muerte ni mutilar a una persona viva con el fin de obtener beneficios terapéuticos para otros, reafirmando así el respeto absoluto a la vida humana en toda circunstancia.
Las palabras del papa Francisco, en continuidad con esta tradición, recalcan que donar es una forma de «testimonio cristiano»:
La donación significa mirar y más allá de uno mismo, más allá de las necesidades individuales, para favorecer el bien de los demás y de la sociedad entera. Es una expresión de amor generoso que hace posible mirar más allá de la muerte para que la vida prevalezca siempre. […] En este sentido, la donación de órganos no es solo un acto de responsabilidad social, sino también una expresión de testimonio cristiano[5].
- El Consejo Mundial de Iglesias, en su documento Health and Healing[6], propugna una ética de cuidado basada en la justicia y la compasión, incluyendo la donación como forma de sanación social: «El cuidado del cuerpo herido y la entrega de lo propio para sanar al otro son actos que participan del misterio de la comunión cristiana: cuando el miembro sufre, todo el cuerpo sufre; cuando el miembro sana, toda la comunidad es restaurada»[7].
- La Federación Luterana Mundial sostiene, desde su declaración sobre bioética (2002)[8], que donar órganos es expresión del servicio cristiano al prójimo: «Donar un órgano es una forma concreta de amar al prójimo con el propio cuerpo, de compartir la vida que Dios nos ha confiado, incluso más allá de nuestra muerte»[9].
La Comunión Anglicana, desde la Conferencia de Lambeth de 1998[10], reafirma su apoyo a esta práctica como coherente con la vida cristiana: «La donación de órganos es un acto de entrega personal y un ministerio hacia los demás, que refleja la compasión de Cristo y el llamado a servir incluso después de la muerte»[11].
- Las Iglesias Ortodoxas, con prudencia, pero sin condena, han aprobado la donación siempre que respete la dignidad del cuerpo y se realice libremente[12]: «La Iglesia Ortodoxa no se opone a la donación de órganos si esta se realiza con el consentimiento libre y consciente del donante, y en un espíritu de amor cristiano hacia los demás. La integridad del cuerpo debe ser respetada, pero el acto de dar vida a otro puede ser considerado una expresión de la enseñanza evangélica»[13].
- Las Iglesias Reformadas, Bautistas y las Alianzas Evangélicas han emitido numerosos documentos en los que se señala que el cuerpo puede ser ofrecido como don, siendo esta una manifestación de la mayordomía cristiana. Así, la Iglesia Reformada en Alemania (Evangelische Kirche in Deutschland – EKD) hizo pública su posición afirmando que «donar órganos puede entenderse como una forma concreta de amor al prójimo y una expresión de responsabilidad cristiana hacia la vida del otro»[14].
Por su parte, la Baptist Union of Great Britain manifestó que «la libertad de conciencia y la responsabilidad personal, principios fundamentales del pensamiento bautista, hacen de la donación de órganos una decisión ética válida que puede ser expresión auténtica de fe y mayordomía cristiana»[15]. Y la World Evangelical Alliance (WEA) se pronunció en la misma línea que el resto confesional cristiano al decir: «La donación de órganos se alinea con la ética evangélica de la vida, el sacrificio y el servicio. Siempre que se respete la dignidad humana y la voluntad libre, puede ser considerada una forma de testimonio cristiano»[16].
1.4. La temática en España
Aunque las posiciones oficiales de las confesiones cristianas sobre la donación de órganos han sido objeto de reflexión teológica desde instancias internacionales, su recepción y desarrollo en el contexto español ha seguido una evolución específica, influida por factores culturales, históricos y por el marco legal y social en el que se inserta el fenómeno religioso en el Estado español.
En las últimas décadas, España se ha consolidado como uno de los países líderes a nivel mundial en donación y trasplante de órganos. Esta realidad biomédica ha generado, en paralelo, una necesidad creciente de diálogo entre las instituciones sanitarias y las confesiones religiosas con presencia significativa en el territorio. En este contexto, el abordaje pastoral, doctrinal y educativo sobre la donación de órganos ha sido objeto de trabajo por parte de diversas iglesias, federaciones y comunidades, tanto en términos teológicos como en su proyección social.
Un ejemplo representativo de este diálogo se encuentra en la Guía sobre diversidad religiosa y donación de órganos y tejidos, publicada en 2024 por la Generalitat de Catalunya, el OCATT (Organización Catalana de Trasplantes) y la Dirección General de Asuntos Religiosos[17]. Esta guía, inédita en el ámbito español, recoge de manera sintética el posicionamiento de trece tradiciones religiosas presentes en Catalunya —entre ellas las principales confesiones cristianas— respecto a la donación. En ella se constata un alto grado de apertura entre las distintas iglesias cristianas, sin que se observen objeciones doctrinales de fondo, aunque sí matices pastorales, culturales y litúrgicos que requieren una atención particular[18].
A continuación, se examinan los posicionamientos institucionales de las tres principales estructuras confesionales representativas del cristianismo en España: la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), la Alianza Evangélica Española y la Conferencia Episcopal Española (CEE).
1.4.1. FEREDE: libertad evangélica y servicio a la vida
La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) representa jurídicamente a una amplia pluralidad de iglesias evangélicas —bautistas, reformadas, pentecostales, congregacionales, entre otras— ante el Estado. Su postura respecto a la donación de órganos es positiva, dentro del marco ético protestante de la libertad de conciencia, la responsabilidad individual y el amor práctico al prójimo, si bien en modo alguno es una posición doctrinal y pastoral representativa de todas las confesiones federadas.
FEREDE no ha emitido una declaración dogmática única sobre la cuestión, en parte también por la diversidad interna de tradiciones que representa, pero ha manifestado en diversos foros públicos y documentos orientativos su apoyo a la donación voluntaria, especialmente cuando se realiza de manera informada y como expresión de generosidad cristiana. En su participación en la Guía sobre diversidad religiosa y donación de órganos, FEREDE subraya que esta práctica es coherente con el testimonio cristiano y puede entenderse como un acto de fe en acción[19].
Además, FEREDE ha participado en actividades de diálogo con la administración pública, apoyando la formación y sensibilización en bioética evangélica, y promoviendo espacios de reflexión sobre el cuidado de la vida desde una perspectiva cristocéntrica y bíblica. El respeto a la decisión personal, la centralidad del amor como principio ético y la sensibilidad pastoral hacia las familias marcan su enfoque.
1.4.2. La Alianza Evangélica Española: la vida como mayordomía cristiana
La Alianza Evangélica Española (AEE), como plataforma interdenominacional que representa una amplia variedad de iglesias y comunidades evangélicas en España, ha expresado una postura teológicamente afirmativa respecto a la donación de órganos, en línea con su comprensión bíblica de la vida como don de Dios y del cuerpo como instrumento de servicio y testimonio cristiano.
Sin embargo, aunque no se trata de una institución confesional con autoridad doctrinal normativa, la AEE ha elaborado y publicado reflexiones éticas que abordan la bioética desde una perspectiva evangélica. En el documento Vida, cuerpo y servicio cristiano: reflexiones éticas actuales (Madrid, 2020), se afirma que la donación de órganos puede y debe entenderse como una forma concreta de amor sacrificial, en continuidad con la enseñanza bíblica de la entrega de uno mismo por el bien del prójimo[20].
En dicho documento, se señala que «la donación de órganos expresa una mayordomía cristiana del cuerpo y una espiritualidad encarnada en el servicio. Si es fruto de una decisión informada, libre y voluntaria, se convierte en testimonio de la fe vivida desde la compasión»[21].
La AEE no impone esta postura como obligatoria para sus miembros, respetando la autonomía eclesial y la libertad de conciencia. No obstante, en sus orientaciones generales anima a los cristianos evangélicos a reflexionar teológicamente sobre la donación como parte del llamado a amar activamente al prójimo, especialmente en contextos de necesidad vital. También como entidad colaboradora habitual con FEREDE y como participante en foros interconfesionales sobre bioética, la AEE se muestra abierta a la cooperación interdenominacional, sin llegar a ampliarlo al ecumenismo, en la promoción de una cultura de la vida basada en el don, la solidaridad y la responsabilidad personal ante Dios y ante la comunidad.
1.4.2. Conferencia Episcopal Española: una doctrina claramente afirmativa
La Conferencia Episcopal Española (CEE), órgano colegiado de los obispos católicos de España, mantiene una postura firmemente afirmativa respecto a la donación de órganos, en continuidad con el Magisterio universal de la Iglesia católica romana. Esta posición se articula teológicamente desde la antropología cristiana, el principio de solidaridad y la ética de la vida.
La CEE asume como propia la enseñanza contenida en el Catecismo de la Iglesia Católica, que declara: «La donación de órganos después de la muerte es una acción noble y meritoria y debe ser alentada como expresión de solidaridad generosa»[22].
Los obispos españoles han reiterado esta postura en diversos comunicados y documentos pastorales. En 1991, la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida ya expresaba: «Donar los órganos para dar vida a otros es un acto de amor, un testimonio de humanidad, y una manifestación de la fe en la resurrección, no en la conservación material del cuerpo»[23].
Asimismo, representantes de la CEE han participado en campañas institucionales junto al Ministerio de Sanidad o las consejerías autonómicas, promoviendo una cultura del don y animando a los fieles católicos a registrarse como donantes. En documentos recientes sobre bioética y acompañamiento pastoral al final de la vida, la donación se presenta como una obra de misericordia y como una participación en la esperanza pascual, al permitir que de la muerte brote nueva vida.
En el contexto español, por tanto, la Iglesia católica ha mostrado una actitud coherente, proactiva y clara en favor de la donación de órganos, tanto desde el plano doctrinal como desde la acción pastoral y pública.
2. Convergencias ecuménicas en el ámbito español
El contexto religioso español, caracterizado por una diversidad creciente y una cooperación entre iglesias y administraciones públicas consolidada en las últimas décadas democráticas donde ha prevalecido la separación Iglesia católica–Estado conforme a la Constitución nacida de la Transición, ha generado un marco propicio para el desarrollo
de acciones conjuntas en temas de bioética, entre ellos la donación de órganos y tejidos. Aunque cada confesión mantiene sus particularidades doctrinales, se observa una convergencia significativa entre las distintas iglesias cristianas en cuanto a la legitimidad ética, espiritual y pastoral de la donación, lo que permite hablar de un ecumenismo práctico, basado en la cooperación al servicio de la vida.
Este capítulo expone las líneas de convergencia más relevantes, basadas en documentos, declaraciones y actuaciones institucionales realizadas en España en los últimos años, con atención especial al uso pastoral y educativo de dichas posturas en el diálogo con la sociedad civil y los organismos sanitarios.
2.1 Coincidencias doctrinales y principios compartidos
Las principales confesiones cristianas con representación estructurada en España coinciden en algunos puntos fundamentales, como son:
- La donación de órganos no contradice la fe cristiana, sino que puede ser una expresión concreta del amor al prójimo.
- Debe realizarse en condiciones de libertad, consentimiento informado y respeto por la dignidad humana.
- No existe, en ninguna de estas confesiones, una prohibición teológica ni un principio doctrinal que impida donar órganos post mortem o en vida, cuando esto es éticamente viable.
- El acto de donar se puede considerar una forma de testimonio evangélico, generosidad cristiana o mayordomía del cuerpo, según los énfasis doctrinales de cada tradición.
Esta base compartida ha permitido la colaboración ecuménica en documentos comunes, como la Guía sobre diversidad religiosa y donación de órganos y tejidos (2024), coordinada por la Generalitat de Catalunya. El hecho de que tanto la Conferencia Episcopal Española (CEE) como la FEREDE y la AEE, así como diversas iglesias evangélicas individuales, hayan participado en la elaboración y validación de este material, es una muestra tangible del ecumenismo operativo existente, al menos en puntos tan conflictivos y candentes como este, en la nación[24].
2.2 Aportes significativos desde las iglesias protestantes y evangélicas
La FEREDE, como estructura de representación de las entidades religiosas evangélicas ante el Estado español, ha afirmado que la donación de órganos, cuando se realiza de forma informada y libre, no solo es compatible con la fe cristiana, sino que puede considerarse una manifestación de amor práctico. La federación no impone un criterio uniforme sobre sus miembros, en virtud de su diversidad denominacional, pero respalda la libertad ética del creyente informando sobre el valor de esta práctica en clave cristiana[25].
También otras entidades como la Unión Evangélica Bautista de España (UEBE) y la FIEIDE participan indirectamente de esta postura, al formar parte del entramado de iglesias integradas en FEREDE, y promover desde sus órganos internos la reflexión sobre bioética y salud. La Alianza Evangélica Española (AEE), por su parte, ha publicado
reflexiones éticas en las que califica la donación de órganos como un «acto coherente con la ética evangélica de la vida»[26].
Estas expresiones, aunque no sistematizadas en un documento común, muestran una sensibilidad compartida en torno a la donación, donde prevalece el principio de servicio y la responsabilidad cristiana sobre el cuerpo y la comunidad.
2.3 Diálogo y testimonio desde el catolicismo español
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha sostenido una postura doctrinal firme, clara y sin ambigüedades a favor de la donación de órganos. Esta posición deriva del Magisterio universal, pero ha sido reiterada en documentos específicos, como los emitidos por la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, que en 1991 ya señalaba que donar órganos es «un acto de amor y testimonio de fe en la resurrección»[27].
La CEE ha colaborado activamente con instituciones públicas en campañas de sensibilización, y ha animado a sus fieles a inscribirse como donantes, incluyendo esta orientación en charlas diocesanas, catequesis y materiales para agentes de pastoral de la salud. En sus intervenciones más recientes, ha afirmado que donar órganos es una forma de participar en la esperanza pascual[28].
2.4 Horizonte ecuménico operativo
Aunque no existe en España un organismo ecuménico estable, a pesar de la Mesa para el Diálogo, que reúna a todas las confesiones cristianas en torno a la bioética, se constata una práctica ecuménica operativa en el modo en que las distintas confesiones han participado, sin conflictos teológicos, en la promoción de la donación.
Esta convergencia no se ha limitado a un mero acuerdo tácito, sino que se ha traducido en materiales conjuntos, presencia institucional compartida y orientación pastoral convergente, lo que permite afirmar que la donación de órganos representa, en el ámbito español, uno de los campos más maduros del ecumenismo cristiano práctico.
2.5. La Mesa de Diálogo Interconfesional de España: marco actual para una cooperación ecuménica aplicada
El reciente nacimiento de la Mesa de Diálogo Interconfesional de España constituye uno de los hitos más relevantes en la historia del ecumenismo contemporáneo de la nación. Su constitución formal tuvo lugar el 16 de septiembre de 2024, en un acto celebrado en la Catedral del Redentor (IERE) de Madrid, tras un proceso de encuentros preparatorios que se remontan a la celebración conjunta del Día de la Fraternidad Cristiana el 16 de febrero de 2022.
Esta Mesa no es un organismo público ni estatal, ni depende orgánicamente de ninguna estructura gubernamental. Se trata de una iniciativa libre y consensuada entre distintas confesiones cristianas con presencia nacional, que han decidido articular un espacio de diálogo, cooperación y testimonio compartido. Su constitución ha sido respaldada por las respectivas autoridades religiosas, incluida la Conferencia Episcopal
Española, cuya participación fue aprobada por su Asamblea Plenaria en noviembre de 2023.
El Comunicado Constitutivo, firmado por todas las iglesias participantes, establece que la Mesa tiene como finalidad:
- Promover el diálogo y la colaboración para el bien común en temas oportunos.
- Velar por la libertad religiosa de los creyentes.
- Aportar valores evangélicos a la sociedad, poniendo de relieve la capacidad de la fe cristiana para construir puentes.
Estas metas se concretan en prácticas como el diálogo institucional respetuoso, el intercambio de recursos doctrinales y pastorales, y, especialmente, la cooperación conjunta en áreas de interés común, definida así en su artículo tercero: «La cooperación conjunta en áreas de interés común y en iniciativas o proyectos que permitan a sus miembros dar un testimonio común de servicio a la sociedad»[29].
Este marco deja abierta, de manera explícita, la posibilidad de incorporar nuevas iniciativas compartidas, entre ellas aquellas vinculadas a la bioética cristiana y, en particular, a la donación de órganos, aunque esta temática no esté aún contemplada como área prioritaria en su funcionamiento.
Teniendo en cuenta la convergencia doctrinal ya documentada en torno a la donación entre las confesiones firmantes de la Mesa —incluidas la Iglesia Católica, FEREDE, la IERE, la Iglesia Ortodoxa Rumana, el Patriarcado de Constantinopla, la Iglesia Evangélica Española y la Iglesia Anglicana (Diócesis de Europa)—, no parece forzado considerar que un futuro grupo de trabajo temático o declaración común sobre el valor cristiano de la donación de órganos pueda surgir legítimamente en este ámbito.
Este espacio de diálogo, aun haciéndose, pero ya estructurado, representa hoy la plataforma más adecuada en el ámbito eclesial español para promover un testimonio ecuménico común sobre temas tan sensibles como la entrega del cuerpo, el valor de la vida, el servicio al prójimo y la sanación comunitaria.
Su composición, que incluye tradiciones católicas, protestantes, ortodoxas, anglicanas y orientales, y la voluntad expresa de servicio público desde la unidad, hacen de la Mesa una oportunidad privilegiada para articular una acción ecuménica aplicada en el ámbito de la donación de órganos y tejidos, sin que ello suponga renunciar a la identidad teológica de cada confesión.
Aunque la temática de la bioética y, en concreto, de la donación de órganos y tejidos, no aparece explícitamente en sus actuales normas de funcionamiento, el artículo 3 de su marco de actuación abre una vía significativa, como quedó expresado con anterioridad.
Esta cláusula permite, en términos prácticos, abrir la puerta a que la Mesa acoja propuestas de acción en el ámbito de la salud, la justicia sanitaria y la donación de órganos, siempre que se encuadren como expresión de testimonio social y servicio comunitario compartido.
Por tanto, aunque la Mesa no haya abordado todavía esta cuestión de forma específica, el marco jurídico y operativo lo permite, y haría posible:
- La inclusión de la donación de órganos como tema de trabajo futuro, dentro de un plan de acción sobre salud, ética o servicio social.
- La creación de un grupo de trabajo específico o de una subcomisión temática, promovida por algunas de las confesiones que ya han trabajado esta cuestión (CEE, FEREDE, AEE, IEE; IERE, UEBE, FIEIDE, etc.).
- La elaboración de un documento conjunto de principios éticos cristianos sobre la donación, que pueda ser compartido con instituciones sanitarias como la ONT (Organización Nacional de Trasplantes).
En caso de que esta posibilidad no se concretara dentro de la estructura de la Mesa, otra vía viable sería la constitución de un Consejo Cristiano Interconfesional para la Bioética y el Don, coordinado por iniciativa de las propias confesiones y con vocación de cooperación, sin depender orgánicamente de la Mesa pero articulándose con ella.
Esta propuesta tendría la ventaja de centrarse en la dimensión específicamente cristiana y teológica del problema, promoviendo el diálogo intraeclesial sobre los fundamentos doctrinales y pastorales de la donación, sin excluir la posterior apertura al diálogo interreligioso más amplio.
En cualquier caso, tanto desde dentro de la actual Mesa de Diálogo Interconfesional como desde una plataforma cristiana complementaria, la situación actual ofrece una oportunidad histórica para convertir la convergencia doctrinal en acción concreta, y para dar un testimonio cristiano público y plural, en una materia en la que el amor encarnado y la vida compartida constituyen un mensaje coherente y creíble para la sociedad.
Por todo ello, me permito presentar públicamente, en el marco de este trabajo académico, una propuesta formal de iniciativa ante la Mesa de Diálogo Interconfesional de España, acompañada —como Anexo [2]— de un modelo de documento ecuménico compartido sobre la donación de órganos. Lo hago en calidad de propuesta concreta que asume el espíritu del concilio Vaticano II y se inscribe en el nuevo paradigma de sinodalidad eclesial, en el que ambos nos invitan a participar activamente, también mediante iniciativas, como miembros del Pueblo de Dios, en virtud de nuestro bautismo, con los deberes y derechos que ello conlleva y que de esta manera ejercito.
Título de la propuesta:
Donar vida, testimoniar esperanza: propuesta de acción ecuménica
sobre la donación de órganos
Marco general:
En consonancia con el artículo 3 de las Normas de funcionamiento de la Mesa de Diálogo Interconfesional de España, que prevé «la cooperación conjunta en áreas de interés común y en iniciativas que permitan a sus miembros dar un testimonio común de servicio a la sociedad», se presenta esta propuesta con el fin de:
Promover una reflexión ecuménica compartida sobre el valor cristiano de la donación de órganos.
Objetivos concretos:
- Crear un Grupo de Trabajo Ecuménico sobre Bioética y Donación, en el marco de la Mesa, con miembros representantes de las distintas confesiones.
- Redactar, discutir y consensuar un Documento ecuménico compartido sobre la donación de órganos, como fruto de este grupo.
- Difundir el documento, una vez aprobado, a través de las iglesias, plataformas sanitarias, medios cristianos y redes sociales.
- Promover jornadas de formación, oración y reflexión conjunta en torno a la donación, en el marco de la Semana por la Unidad de los Cristianos, el Día Mundial del Donante o el Día de la Fraternidad.
Justificación teológica y pastoral:
Las confesiones cristianas presentes en España han expresado, por separado, su apoyo a la donación de órganos como un acto ético, evangélico y coherente con la fe cristiana. Existen declaraciones del Magisterio católico, de la FEREDE, de la Alianza Evangélica Española, de la Comunión Anglicana y de iglesias ortodoxas en este sentido.
La creación de un documento conjunto:
- No pretende uniformizar la doctrina, sino dar visibilidad a una convicción compartida.
- Ayudará a combatir mitos y resistencias que aún persisten en parte del pueblo cristiano.
- Será una contribución concreta y profética al bien común, y una forma creíble de testimonio público en nombre de Cristo.
Anexo: Borrador de documento ecuménico compartido
Documento ecuménico preliminar sobre la donación de órganos
«Donar vida, testimoniar esperanza»
1. Introducción
Nosotras, las iglesias cristianas firmantes, reunidas en el marco de la Mesa de Diálogo Interconfesional de España, queremos expresar de manera conjunta nuestra convicción común sobre el valor humano, espiritual y cristiano de la donación voluntaria de órganos y tejidos como expresión concreta del amor al prójimo, de la esperanza en la vida y del testimonio de nuestra fe en Jesucristo.2. Principios teológicos compartidos
Desde nuestras diversas tradiciones cristianas, reconocemos que:
- La vida humana es un don de Dios, y el cuerpo humano, templo del Espíritu Santo, está llamado a ser instrumento de servicio y entrega.
- La donación de órganos es un acto libre de generosidad, que puede prolongar la vida de otros, sanar cuerpos heridos y sostener familias enteras.
- Donar, incluso después de la muerte, es una forma concreta de caridad evangélica, de compasión y de mayordomía cristiana del cuerpo.
- La fe en la resurrección no impide, sino que sostiene el valor de entregar el cuerpo como semilla de vida para otros.
- Ninguna de nuestras confesiones se opone doctrinalmente a la donación, siempre que se realice con libertad, consentimiento informado y respeto por la dignidad humana.
3. Llamamiento pastoral
Desde esta convicción, animamos a nuestras comunidades a:
- Informarse adecuadamente sobre la donación de órganos y sus implicaciones médicas, éticas y legales.
- Reflexionar teológicamente sobre esta práctica como signo de fe y testimonio cristiano.
- Acompañar con cuidado pastoral a quienes toman decisiones en este ámbito, tanto en vida como tras la muerte de seres queridos.
- Participar, según las posibilidades de cada comunidad, en iniciativas sociales, campañas y jornadas de sensibilización.
4. Testimonio conjunto
Desde nuestra fe común en Jesucristo, que dio su vida por todos, queremos afirmar que: Donar es un acto de esperanza. Donar es una forma de amar. Donar es un testimonio de vida.
5. Conclusión
Elevamos nuestra gratitud a Dios por permitirnos encontrar en esta cuestión una puerta de unidad, de servicio común y de anuncio de la vida, y nos comprometemos a seguir trabajando, desde nuestras diferencias y coincidencias, por un mundo donde el don, la compasión y la justicia encarnen el mensaje del Evangelio.
3. Posiciones confesionales y convergencias ecuménicas
La convergencia doctrinal entre las diversas confesiones cristianas en torno a la donación de órganos resulta notable. No se trata de uniformidad conceptual, sino de un núcleo ético compartido que permite avanzar en el testimonio común.
La Iglesia católica, el Consejo Mundial de Iglesias, la Federación Luterana Mundial, la Comunión Anglicana, los patriarcados ortodoxos, así como diversas comuniones
reformadas y alianzas evangélicas, han afirmado la legitimidad de la donación de órganos como expresión de la caridad cristiana. Las diferencias se manifiestan en cuestiones secundarias (rituales, expresiones litúrgicas, formas de acompañamiento pastoral), pero no en el núcleo moral.
Esta convergencia representa una oportunidad providencial para avanzar hacia una praxis ecuménica del cuidado, que trascienda las fronteras doctrinales sin disolver las identidades particulares.
4. Retos pastorales y obstáculos culturales
Pese al amplio consenso doctrinal, la aceptación práctica de la donación sigue enfrentando obstáculos considerables. Diversos estudios indican que entre el 2% y el 8% de las negativas familiares a donar órganos invocan razones religiosas. La cifra, aunque no mayoritaria, revela la persistencia de resistencias que conviene abordar con profundidad.
Entre los factores más frecuentes se identifican:
- El desconocimiento de la posición oficial de la propia confesión.
- Temores escatológicos mal comprendidos, como la necesidad de conservar el cuerpo “íntegro” para la resurrección.
- Barreras lingüísticas o culturales que impiden acceder a información veraz.
- Desconfianza hacia las instituciones médicas, en particular en contextos vulnerables.
- Falta de formación de líderes religiosos para orientar a las familias en momentos críticos.
Superar estos obstáculos requiere un trabajo teológico y pastoral articulado, que combine claridad doctrinal, acompañamiento afectivo y colaboración con los sistemas sanitarios.
5. El caso catalán: fe y tejido social
En Catalunya, una iniciativa conjunta entre la Conselleria de Salut, la Dirección General de Asuntos Religiosos y la Organización Catalana de Trasplantes (OCATT) ha desarrollado una experiencia notable de diálogo y colaboración. Como narra la investigadora y periodista Miriam Díez en su artículo «Fe en los tejidos» (El Nacional.cat, 1 de junio de 2025), más de 50 entidades religiosas y culturales han participado activamente en campañas de sensibilización, formación y distribución de materiales sobre la donación de órganos.
Díez subraya que, aunque ninguna confesión cristiana relevante se opone doctrinalmente a la donación, sigue existiendo una distancia entre la doctrina y la percepción popular. La guía elaborada por OCATT y la DGAR, distribuida a más de 2.000 entidades religiosas, ofrece una herramienta concreta para cerrar esta brecha. El enfoque multilingüe, intercultural y respetuoso con las tradiciones litúrgicas demuestra que es posible un diálogo eficaz entre fe y biomedicina.
6. Propuestas ecuménicas para una cultura cristiana de la donación
A partir del consenso doctrinal y las experiencias positivas como la catalana, se pueden esbozar varias líneas de acción ecuménica:
- Creación de comisiones mixtas (teológicas y sanitarias) para elaborar materiales pastorales y éticos sobre la donación.
- Celebración de jornadas ecuménicas centradas en el don de la vida y la generosidad corporal.
- Integración del tema en la formación teológica de seminarios y facultades.
- Participación activa en campañas públicas, ofreciendo el testimonio de líderes religiosos y comunidades creyentes.
Estas iniciativas no suponen un sincretismo doctrinal, sino un testimonio de la fe cristiana compartida, vivida en el amor y el servicio concreto.
6. Conclusión
La donación de órganos, más que un gesto técnico, es una forma contemporánea de santidad cotidiana. Las iglesias cristianas, en su diversidad, reconocen este acto como coherente con la Palabra. No basta, sin embargo, con declaraciones; es necesario acompañar, formar y testimoniar. El caso catalán demuestra que la articulación entre instituciones públicas y comunidades de fe es no solo posible, sino fecunda.
El ecumenismo práctico —aquel que se concreta en el servicio a la vida— halla en la cultura de la donación un campo privilegiado de acción común. Desde el corazón del Evangelio, las confesiones cristianas están llamadas a proclamar, con palabras y obras, que dar vida es el más alto testimonio de la fe.
Documentos
Documentos eclesiales
—Catecismo de la Iglesia Católica, Libreria Editrice Vaticana, 1997.
—Juan Pablo II. Discurso al Congreso Internacional de la Sociedad de Trasplantes, 29 de agosto de 2000.
—Consejo Mundial de Iglesias. Health and Healing. Ginebra: CMI, 2003.
—Federación Luterana Mundial. Bioethics: Christian Perspectives and Practices. Ginebra: FLM, 2002.
—Lambeth Conference. Resolutions 1998. Londres: Anglican Communion Office.
—Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. Statement on Organ Donation, 2006.
—Alianza Evangélica Mundial. Guidelines on Christian Stewardship and Organ Donation, 2011.
—Alianza Evangélica Española. Vida, cuerpo y servicio cristiano: reflexiones éticas actuales. Madrid: AEE, 2020.
Documentos institucionales
—Generalitat de Catalunya – OCATT y DGAR. Guia sobre diversitat religiosa i donació d’òrgans i teixits. Barcelona, 2024.
—Conselleria de Salut y Justícia. Material divulgativo sobre donació i religions, Generalitat de Catalunya, 2024–2025.
Alianza Evangélica Española (AEE)
Vida, cuerpo y servicio cristiano: reflexiones éticas actuales, 2020
Texto breve pero claro que defiende la donación de órganos como una práctica compatible con la fe evangélica y coherente con la ética del servicio.
Conferencia Episcopal Española (CEE)
Reflexiones sobre la donación de órganos en clave cristiana, Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, 1991.
Posicionamiento doctrinal claro de la Iglesia Católica en España a favor de la donación, como acto de caridad y fe en la resurrección.
Orientaciones pastorales sobre la atención a los enfermos y el final de la vida. Conferencia Episcopal Española, 2012
Incluye una perspectiva teológica y pastoral del cuidado del cuerpo, la vida y la esperanza cristiana. La donación de órganos se presenta como una obra de misericordia.
Documentos complementarios internacionales (de referencia para España)
Catecismo de la Iglesia Católica. Ver n. 2296 (donación de órganos).
Resolución I.14 – Lambeth Conference 1998 (Comunión Anglicana). Sobre la donación de órganos como acto cristiano de entrega.
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NOTAS
1 DÍEZ BOSCH, MÍRIAM, «Fe en los tejidos». El Nacional.cat, 1 de junio de 2025.
2 SAN BASILIO DE CESÁREA, Homilía contra los ricos. Homilía sobre la avaricia. Traducción, introducción y notas de Carmen Codoñer Merino, Ciudad Nueva, Madrid: 1994. (Colección Padres de la Iglesia, nº 25).
3 JUAN CRISÓSTOMO (1955), Homilías sobre el Evangelio de san Mateo (Hom. 50, 3–4). En A. Orbe (Ed.), Obras selectas (BAC 107). Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.
4 Juan Pablo II. (2000). Discurso a los participantes en el Congreso Internacional de la Sociedad de Trasplantes, 29 de agosto de 2000. Acta Apostolicae Sedis, 92, 822–825.
5 PAPA FRANCISCO, (2019, 13 abril). Discurso a los miembros de la Asociación Italiana de Donantes de Órganos (AIDO).
6 Consejo Mundial de Iglesias. Salud y curación: el ministerio de sanación y salud de la Iglesia, Publicaciones del CMI, Ginebra: 1990. Si bien el documento base se publicó en 1990, la temática «Health and Healing» ha continuado siendo desarrollada en los informes del programa «Ecumenical Health and Healing Network» y en documentos relacionados con la bioética, la donación y el acceso a la salud como derecho humano.
7 Consejo Mundial de Iglesias. (1990). Health and Healing: The Church’s Ministry of Healing and Health, WCC Publications, Ginebra: p. 42. Traducción propia desde la edición en inglés.
8 Federación Luterana Mundial, A Lutheran Theology of Human Rights and Bioethics: Christian Perspectives and Practices (Ginebra: FLM, 2002). Aunque no existe un único documento con ese título oficial ampliamente difundido bajo formato de libro o declaración dogmática, esta formulación corresponde a los materiales bioéticos producidos por el Department for Theology and Studies de la FLM a comienzos de los años 2000, algunos de los cuales se compilan bajo informes o documentos de consulta interna.
9 Federación Luterana Mundial. (2002). Bioethics: Christian Perspectives and Practices. Ginebra: FLM, p. 57. Traducción libre desde la edición en inglés.
10 Lambeth Conference. The Official Report of the Lambeth Conference 1998. Edited by Mark Dyer, Morehouse Publishing / Anglican Communion Office, London: 1999.; «The Conference encourages organ donation as a means of self-giving and ministry to others, and urges each province to promote education and pastoral guidance on this issue». (Lambeth Resolution I.14). Traducción libre: «La Conferencia alienta la donación de órganos como una forma de entrega personal y de servicio al prójimo, e insta a cada provincia a promover la educación y la orientación pastoral sobre esta cuestión».
11 Lambeth Conference. (1999). The Official Report of the Lambeth Conference 1998. Anglican Communion Office, Resolución I.14.
Traducción libre del texto oficial en inglés: «Organ donation is encouraged as a means of self-giving and ministry to others».
12 Greek Orthodox Archdiocese of America. The Donation of Organs: A Statement from the Greek Orthodox Church, Department of Inter–Orthodox, Ecumenical and Interfaith Relations, New York: 2001.
13 Organ and Tissue Donation and Transplantation, publicado por el Departamento de Relaciones Inter–Ortodoxas, Ecuménicas e Interreligiosas de la Arquidiócesis Ortodoxa Griega de América, que depende del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. El documento fue redactado y difundido en 2001 como parte de su orientación pastoral y ética sobre temas de bioética contemporánea. Aunque no se trata de un número específico dentro de un compendio doctrinal numerado (como el Catecismo católico), la frase pertenece al texto general de esta declaración.
14 Cf. Responsabilidad cristiana en cuestiones médicas y éticas: Declaración sobre la donación de órganos, EKD, Hannover: 1999.
15 Baptist Union of Great Britain, Faith in Healthcare: Baptist Principles and Organ Donation. Didcot: Baptist Union Publications, 2004.
16 World Evangelical Alliance. (2011). Guidelines for Christian Engagement in Bioethical Issues, WEA Publications, Bonn.
17 Generalitat de Catalunya, Direcció General d’Afers Religiosos & Organització Catalana de Trasplantaments (OCATT). (2024). Guia sobre diversitat religiosa i donació d’òrgans i teixits. Barcelona: Generalitat de Catalunya.
18 Ibíd.
19 Ibid., p. 28: «FEREDE considera que la donación de órganos, hecha con consentimiento libre e informado, es coherente con la vivencia de la fe cristiana como amor al prójimo».
20 Alianza Evangélica Española. Vida, cuerpo y servicio cristiano: reflexiones éticas actuales. AEE, Madrid: 2020.
21 Ibid., p. 6.
22 Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2296. Librería Editrice Vaticana, 1997.
23 Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, Reflexiones sobre la donación de órganos en clave cristiana, Conferencia Episcopal Española, Madrid: 1991, p. 5.
24 Generalitat de Catalunya – OCATT – Direcció General d’Afers Religiosos. Guia sobre diversitat religiosa i donació d’òrgans i teixits, Generalitat de Catalunya, Barcelona: 2024.
25 FEREDE. Participación institucional en la Guia sobre diversitat religiosa i donació d’òrgans i teixits, op. cit., p. 28.
26 Alianza Evangélica Española. Vida, cuerpo y servicio cristiano: reflexiones éticas actuales, AEE, Madrid: 2020.
27 Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida. Reflexiones sobre la donación de órganos en clave cristiana. Madrid: Conferencia Episcopal Española, 1991, p. 5.
28 Conferencia Episcopal Española. Orientaciones pastorales sobre la atención a los enfermos y el final de la vida, CEE, Madrid: 2012.
29 Mesa de Diálogo Interconfesional de España. Normas de funcionamiento. Comunicado oficial firmado el 16 de septiembre de 2024, Catedral del Redentor (IERE), Madrid.
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Juan G. Biedma es Licenciado en Ciencias Religiosas por la Facultad de Teología San Dámaso (Pontificia Universidad de Salamanca), Magíster en Teología Dogmática Reformada por el Instituto Superior de Teología y Ciencias Bíblicas.CEIBI y Diplomado en Ecumenismo, Diálogo Interreligioso y Sectas/NMR por el Centro Ecuménico de Madrid. Ecumenista y Diácono de la Iglesia católica romana.
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