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Las luchas políticas en tiempos de Jesús - Por Godofredo Alejandro de Vega



Saduceos y fariseos fueron corrientes religiosas dentro del judaísmo. Unos, creían indispensable los sacrificios en el Templo, otros, la importancia de la oración, tanto en las sinagogas como en la intimidad del hogar. Los líderes de ambas tendencias, en lo político resultaban similares. Los saduceos solían ser mayoría en la junta de gobierno, el Sanedrín. Los fariseos, como su partido de oposición. La práctica política de ambos era similar: procurar el apoyo del jefe de gobierno local, en su caso, la dinastía herodiana, así como del amo extranjero, verdadero dueño del país: el Imperio romano, con tropas en su base militar, en el puerto de Cesarea, lista a intervenir y poner fin a la supuesta soberanía nacional.

Otra tendencia fueron los esenios. Radicales en cuanto al rechazo al Templo y a las autoridades. Muy sectarios, y con sus extremismos, alejados del sentir popular. En la práctica su radicalismo resultaba conservadurismo, pues prefirieron alejarse de las confrontaciones, fundando comunidades cerradas y esperando que las soluciones vinieran literalmente caídas del Cielo. Que fueran ángeles y arcángeles los que intervinieran para establecer un nuevo orden. Mientras, tanto, inactividad política, abstencionismo, preservarse como grupo, creyendo sinceramente que Dios sería quien vendría a resolver los problemas de la nación y los suyos como grupo.

Una excepción en esos tiempos fue Juan el Bautista. Su prédica era síntesis de dos tradiciones: creía, igual que los esenios, en la irrupción de huestes divinas. Pero fue, a la vez, continuador del viejo profetismo, pronto a condenar a los gobernantes y a las injusticias sociales. Fue un agitador, que se dirigió a las masas y pronto tuvo miles de seguidores. Anunció que el hacha estaba lista para talar a los que estaban en eminencia, y que el pueblo debía estar preparado espiritualmente, listo para esto, como suceso pronto a acontecer.

Según los cuatro evangelios, Jesús acudió desde la lejana Galilea hasta donde estaba Juan, en las orillas del Jordán y allí hizo pública su identificación con las propuestas de este profeta, aceptando su bautismo. 

Luego de que por orden del gobierno Juan fuera asesinado, Jesús fue continuador del anuncio del Reino. Muchos de los seguidores de Juan se mantuvieron como grupo aparte. Según el evangelio de Marcos, Jesús no fue contrario a ellos. Valoró que, quien en esta causa no estaba contra él, de hecho a estaba a su favor. No se distrajo en atacarlos. No consideró fundamental centrarse en pequeñas diferencias, sobre como ayunar, orar o ritos de purificación. Supo no dar importancia a aspectos que fueran causa de división, si había coincidencia en lo fundamental: anunciar un Reino donde impere la justicia.

Actualmente es modo utilizar versiones del Jesús histórico como ejemplo de forma de acción. En unas versiones, como organizador de un movimiento armado; en otras, propugnador de la resistencia pasiva; en algunas, como apolítico total, en razón a la frase que se le adjudica: dar al Cesar lo que es del cesar, y a Dios lo que es de Dios. Ahora, la más de moda, es la de resistencia pacífica, la más compleja, porque implica la participaciones masivas de personas en dispuestas a recibir daños y hasta la pérdida de la vida.




Los métodos de resistencia pasiva, suelen ser tan sangrientos como los de confrontación armada, con la característica que los muertos los pone solo uno de los bandos. El caso extremo fue el de Mahatma Gandhi, en la India, el que se cita como el más exitoso. Cuando Gandhi era encarcelado, cientos de miles se lanzaban a las calles. La represión era brutal. Intervenían tropas inglesas y fuerzas militares constituidas por nacionales capaces de asesinar a sus compatriotas por miserables prebendas. Cuando ya resultaba excesivo el número de muertos y heridos, y no cabía ya el número de presos, Gandhi era soltado. Se proclama un método exitoso. En realidad la independencia de la India se debió a la confluencia de muchos factores.

Con Martin Luther King, el movimiento de resistencia pacífica tuvo a su favor que por intereses políticos del gobierno, la policía le protegió de la furia de los racistas blancos. Pero nada evitó el asesinato de su líder, ni que décadas después se acuse a la policía de racismo y cometer asesinatos, y se vuelvan las manifestaciones de protesta en las calles, reprimidas por las fuerzas policiales.



¿Es buena o mala la lucha armada? ¿Cómo las libradas por David o los Macabeos? ¿Es bueno o malo participar en protestas cívicas? ¿Es efectiva en América Latina el método de resistencia a lo Gandhi o Martin Luther King? ¿Debe el cristiano comprometerse, o ser simplemente espectador desde su casa?

¿Con quienes solidarizarse en casos como el de Colombia? ¿Con los manifestantes, la policía, los paramilitares, los sacerdotes que gritan desde Cali ¡Nos están matando!

Hoy se vive la crisis de los sistemas políticos. El modelo de tres poderes, elecciones y partidos políticos, en varios países está de nuestro continente es cuestionado. Oposiciones entre presidencia, legislativo y poder judicial, dificultan gobernar.

Ante cuadro tan difícil, ¿qué hacer el cristiano? Pensemos. ¿Cómo actuaría Jesús? ¿A qué políticos calificaría de “zorras”? ¿Contra cuáles injusticias sociales dirigiría sus reclamos? ¿A quiénes consideraría los más vulnerables a los que priorizar el socorro?

Hoy constatamos que hay grandes dudas sobre cuál debe ser la actuación del cristiano en la sociedad. Una de ellas, al parecer la escogida por muchos, es la de preocuparse por mantenerse puro, como el sacerdote y el levita de la célebre parábola, El Buen Samaritano, no contaminarse con las “cosas del mundo”, huir de los conflictos políticos, y que sea el “malvado” comunista y “mal nacido” ateo, quien, como los antiguos cristianos en tiempos del Imperio romano, esté dispuesto a dar su vida por el prójimo, pero con una gran diferencia: como ateo no espera recompensas en otra vida. Sacrifica esta, sin espera de recompensa alguna.



Si somos fieles a nuestra fe, si estamos tan seguro de ser pueblo elegido, ¿por qué no los cristianos involucrarnos en la solución de los problemas?

Hace unas semanas fue noticia que en Myanmar una monja católica se interpuso ante las tropas que iban a atacar a manifestantes, y frenó una matanza.

En estos días hemos visto fotos en Facebook de bien rollizos clérigos, celebrando oficios, felicitándose entre sí, o en cualquier cosa que no sea obrar como esa monja. ¿Son estas las formas de dar testimonio de nuestra fe?




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Godofredo Alejandro de Vega, historiador y teólogo cubano. Autor de Jesús y el Reino prometido y de La verdadera historia de la religión en Cuba.


Comentarios

  1. Godofredo ¿cuál es tu propuesta? Pienso en nuestra Cuba, por ejemplo.

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    Respuestas
    1. En Cuba se resolvió el problema por la vía armada. El 2 de enero de 1956 Fidel desembarcó con una expedición de 82 hombres. Cercados y emboscados, el grupo se quedó en solo 12. Con el apoyo del campesinado y la incorporación de recurso y hombres la guerrilla fue creciendo. Llegó a organizar columnas e infringir derrotas al ejército de la tiranía, pese al apoyo de este por los Estados Unidos y el tirano Trujillo, de Santo Domingo. La unidad de las fuerzas revolucionarias fue un factor muy importante. Hubo acciones en las ciudades, por lo que el tirano no se atrevía a sacar de estas sus tropas. L. El Ejército Rebelde fue conquistando territorios y logró tomar la principal ciudad en el centro del país, y capturar el tren blindado enviado para su defensa. Ante la inminencia de la derrota, el tirano Batista huyó y un grupo de militares pretendió un gobierno de transición. Fidel no lo reconoció y convocó a huelga general, y marcho con sus tropas a tomar los cuartes del ejército, hasta obtener la rendición total y se le sumaran.
      Hubo en Cuba combinación de un ejército insurrecto, acciones en la Ciudad y decisión de todo el pueblo a un paro general. No necesariamente esta sea vía idónea en otros países. No han fórmulas generales.
      El narcotráfico y la existencia de fuerzas paramilitares al servicio de compañías, son factores adversos que no hubo que enfrentar en Cuba. Tampoco hubo partido tradicionales que causaron división, pues perdieron su prestigio. El liderazgo de Fidel fue indiscutido.
      Cada pueblo debe encontrar su camino. Lo común es que el neoliberalismo fracasó como modelo y los pueblos se han cansado de aguantar.
      Godofredo De Vega

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  2. Por favor, perdone mi ignorancia pero ¿está mutilado este artículo?

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