James Dunn (1939-2020): el último gran historiador y teólogo de los comienzos del cristianismo - Por Xabier Pikaza
Exegeta, historiador y pensador bíblico
J. D. G. Dunn (1939-2020).
Acaba de fallecer (26.6.20), y con él desaparece uno de los grandes
exegetas, historiadores y teólogos de finales del siglo XX y principios
del XXI. Era un erudito universal, un pensador agudo, un grandísimo
teólogo, respetuoso, ecuménico, tradicional y moderno, en el mejor sentido de
la palabra.
De origen británico, de tradición protestante
(ministro de la Iglesia de Escocia, predicador metodista..., pensador y
creyente abierto a la experiencia del Espíritu Santo, que él comenzó estudiando
con todo rigor). Ha
sido durante muchos años profesor de la Universidad de Durham y Presidente de
la Studiorum
Novi Testamenti Societas.
Ha sido y seguirá siendo uno de los investigadores bíblicos más significativos,
desde una perspectiva científica y creyente
Vincula un amplio conocimiento crítico con una visión profunda
del cristianismo como experiencia de libertad y plenitud humana. Podemos
distinguir en su obra tres momentos básicos, que no se suceden
estrictamente en un sentido cronológico, pero que se implican.
1. En un primer momento, Dunn se ha
centrado en el estudio del Espíritu Santo y de los orígenes de la
cristología del Nuevo Testamento, desde una perspectiva creyente
(metodista) y científica. En
esta línea fue muy significativa su primera obra (Jesus and the Spirit. London: SCM Press 1975),
cuya traducción propuse e impulsé en castellano (Jesús y el Espíritu Santo, Secretariado Trinitario,
Salamanca 1975).
Tuve el gusto y
honor de invitarle con el Prof. Nereo Silanes para la Semana de Estudios
Trinitarios del año 1977 y así vino a presentar esa obra a Salamanca, donde puso de
relieve el aspecto carismático y experiencial del cristianismo, vinculando así
el aspecto crítico y sapiencial de la exégesis. Pudimos conocernos, y desde
entonces he seguido con atención su obra y pensamiento.
2.
En un segundo momento, el profesor J. D.
G. Dunn ha destacado la vida y pensamiento obra de Pablo, como muestran
algunas de sus obras más significativas: Romans I-II (Waco Tex, 1988); Jesus, Paul, and the law: studies in Mark and
Galatians (Louisville Ky 1990); The theology of Paul the Apostle (Grand Rapids 1990). En este contexto,
Dunn ha vinculado un fino análisis lingüístico, con una visión teológica
profunda de las implicaciones del mensaje de Pablo que, a su juicio, no puede
separarse del movimiento de Jesús.
En esa línea, desde un punto de vista exegético, histórico y
teológico, Dunn ha mantenido la unidad y singularidad original del
cristianismo, en una línea en la que Jesús y Pablo se encuentran vinculados,
en contra de aquellos que separan sus figuras y sus obras. En este
sentido, la aportación de Dunn resulta fundamental para entender eso que
algunos han podido llamar neo-ortodoxia bíblica, en contra de los que
diluyen la vida y obra de Jesús en una nube confusa de elementos separados,
insistiendo en la separación radical entre Jesús y el Cristianismo primitivo,
como si hubiera un corte radical entre esos dos momentos.
Dunn es partidario de Jesús sí, pero iglesia
también. Un Jesús sin iglesia pierde su identidad (su aportación espiritual e
histórica). Una Iglesia sin Jesús carece de sentido. En el puente o
conexión entre Jesús e iglesia por el Espíritu Santo (es decir, por la nueva
experiencia de libertad carismática y comunión cristiana) se sitúa la historia
y teología del Nuevo Testamento.
3. En un tercer momento podemos
destacar sus trabajos de síntesis sobre el origen y desarrollo del cristianismo. En esa línea se sitúa una obra ya
antigua y muy significativa: The Partings of the Ways between Christianity and Judaism and
their Significance for the Character of Christianity (London 1991); en ella quiso
poner de relieve la unidad original y la diferencia posterior entre
cristianismo y judaísmo rabínico, a partir del siglo II d.C. (resaltando por
igual ambos aspectos: unidad y diversidad, en línea de diálogo tenso y fecundo,
aunque muchas veces ocultado.
Desarrollando esa intuición y toda su teología anterior, Dunn ha
elaborado su trilogía monumental: Christianity in the Making (27-150 CE), Cristianismo en sus comienzos, que J. Dunn afortunadamente ha concluido
y que consta de tres volúmenes.
El primero se
titula Jesus Remembered, Jesús
recordado (Grand Rapids
MI 2003, versión castellana: Jesús recordado, Estella 2009) y trata de la historia de Jesús, tal
como ha sido recordada por los cristianos. Insiste en el Jesús
"recordado", es decir, conservado, asumido y recreado en el recuerdo
creyente de la Iglesia. Esa categoría judía y cristiana (literaria y eclesial,
eucarística y social) del recuerdo de Jesús define su acercamiento a Jesús y a
su obra, en una línea que muchos exegetas "no creyentes" (que no
valoran el aspecto de memoria viva del evangelio) han rechazado, sin razón
ninguna. Solo un historiador y pensador "creyente", que domina como
Dunn las técnicas y modos de transmisión de una fe y una vida como la de Jesús puede
entender el despliegue del primer cristianismo.
El vol. 2º (Beginning
from Jerusalem, Comenzando
por Jerusalén (I-II) Grand
Rapids 2009, VD, Estella 2012) trata de los primeros cristianos y del
nacimiento de la iglesia, desde la muerte de Jesús hasta el año 90 d. C. Es
una obra densa, una especie de "historia y teología" de los comienzos
de la Iglesia y de la Biblia. Es una obra larga, en dos volúmenes, dedicada al
comienza de las diversas trayectorias eclesiales, insistiendo en la novedad y
continuidad de Pablo, que no crea un nuevo "cristianismo", sino que
reelabora e interpreta en clave de gratuidad la experiencia de Jesús y de la
iglesia primitiva, en línea "helenista", pero sin separarse en modo
alguno de las tradiciones palestinas. Son muy importantes sus aportaciones
sobre la tradición sinóptica.
El 3º (Ni griego ni
judío, una identidad cuestionada, VD 2015) se ocupa de los orígenes
del cristianismo en cuanto tal, es decir, de la historia que va desde el año
90 hasta el surgimiento de la Gran Iglesia, en torno al año 150 d.C.
Analiza los últimos escritos del Nuevo Testamento, vinculándolos con los
primeros escritos cristianos, hasta la formación del Cristianismo como
identidad social y religiosa. Esta es quizá la obra exegética y teológica
más significativa que existe actualmente sobre Jesús y los orígenes del
Cristianismo.
No puedo evocar aquí
con más extensión la obra y figura de J. Dunn, de quien conservo un grandísimo
recuerdo. Así lo quiero decir aquí, al día de su muerte. Los datos
fundamentales de su "memoria" de su vida y obra están tomados de
mi Diccionario
de Pensadores Cristianos, Verbo Divino
2010, pág. 262, cuando estaba ya culminando su obra. Solo me queda dar gracias
a mi amigo N. Silanes (q.e.p.d.) que tradujo al castellano su primera obra, y
le llamó para participar en una Semana de Estudios Trinitarios cuando
nadie aún le conocía en España. Y quiero, en especial, agradecer a la Editorial
Verbo Divino por la publicación de su obra fundamental sobre El cristianismo en sus
comienzos.
Artículo originalmente publicado en https://www.religiondigital.org
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