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Samuel Escobar: profeta de la misión integral y la teología encarnada | Juan G. Biedma


NOTA SOBRE SAMUEL ESCOBAR: PROFETA DE LA MISIÓN INTEGRAL Y LA TEOLOGÍA ENCARNADA

Resumen

Esta nota ofrece una aproximación crítica y testimonial a la figura de Samuel Escobar (1934–2025), considerado uno de los principales referentes de la teología evangélica latinoamericana. Se reconstruye su trayectoria biográfica, desde sus inicios en los movimientos estudiantiles y su formación filosófico-pedagógica, hasta su consolidación como pensador comprometido con una misión integral, es decir, una teología que une proclamación evangélica y acción por la justicia. El estudio resalta su cristología cultural plasmada en Imágenes de Cristo en el Perú (2013), su insistencia en una teología hecha en comunidad, y su postura crítica pero abierta al diálogo ecuménico.

En particular, el trabajo analiza la contribución de Escobar a la unidad de la Iglesia, destacando su participación en foros ecuménicos (como el Consejo Mundial de Iglesias o los diálogos católico-evangélicos en Tantur), su valoración del ecumenismo práctico, y su lectura de la koinonía como categoría bíblica fundante de la comunión cristiana. La conclusión presenta a Escobar como una figura profética y equilibrada, que defendió la identidad evangélica sin renunciar al diálogo interdenominacional, proponiendo una teología encarnada, crítica y esperanzadora.

Líneas de pensamiento y términos clave

Líneas de pensamiento

El trabajo articula una teología evangélica contextual desde América Latina, centrada en la misión integral, la cristología cultural, y el diálogo ecuménico crítico. Destaca la teología encarnada como praxis comunitaria, la fidelidad bíblica con apertura cultural, y la unidad cristiana concebida como comunión diversa (koinonía) y colaboración en la misión.


Términos clave

Misión integral – Cristología encarnada – Teología contextual – Koinonía – Fe y Cultura – Ecumenismo práctico – Unidad en la diversidad.

Introducción biográfica: Samuel Escobar (1934–2025)[1]

Nacido en Arequipa (Perú) en 1934, Samuel Escobar Aguirre fue una de las voces más significativas de la teología evangélica latinoamericana del siglo XX y comienzos del XXI. Comenzó su formación en Letras y Educación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, donde se aproximó a las ciencias humanas con una sensibilidad crítica. Más adelante obtuvo el doctorado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid, experiencia que le permitió articular un pensamiento riguroso, pedagógico y contextual [2].

Desde muy joven se integró a los movimientos estudiantiles evangélicos, en particular a la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos (IFES), donde ejerció cargos de liderazgo y formación por más de dos décadas. Fue cofundador en 1970 de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL), junto a figuras como René Padilla y Pedro Arana [3], marcando el inicio de una nueva etapa en la teología protestante de América Latina. Esta comunidad se convirtió para Escobar en espacio de reflexión crítica, bíblica y eclesial, desde donde impulsó la teología de la misión integral[4].

Además de su labor misionera y docente —en instituciones como el Eastern Baptist Theological Seminary (EE. UU.), donde enseñó por dos décadas—, Escobar participó activamente en congresos internacionales como CLADE I (1969), el Congreso de Lausana (1974), y en encuentros de diálogo ecuménico como la consulta Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias (1979) y la Consulta Internacional entre católicos y evangélicos (1993–2002) [5].

Su itinerario vital incluyó estancias largas en Argentina, Brasil, Canadá, España y Estados Unidos, lo que le permitió una mirada integral del protestantismo contemporáneo en su versión confesional evangélica conservadora. De orientación anabautista en su espiritualidad, fue sensible al fenómeno migratorio, a las culturas populares y al valor de las iglesias pentecostales. Defendió una identidad evangélica diáfana y precisa, sin por ello cerrarse del todo al diálogo ecuménico y social [6].

Entre sus principales obras se encuentran: La fe evangélica y las teologías de la liberación (1987), Servir con los pobres en América Latina (1997), Imágenes de Cristo en el Perú (2013), así como numerosos ensayos sobre misionología, Biblia y cultura. Su pensamiento unió proclamación evangélica y compromiso con la justicia, sin diluir la fe en ideologías. Su legado sigue vivo en las comunidades, instituciones y generaciones que formó y acompañó.

Escobar falleció el 29 de abril de 2025, en Valencia (España), dejando tras de sí una obra dispersa que hoy se reclama como patrimonio teológico de las iglesias evangélicas latinoamericanas y españolas. Fue un pensador profético, pedagogo de la Palabra y sembrador de una esperanza enraizada en la cruz salvadora de Cristo.

Samuel Escobar: Unidad, misión y cristología contextual

El pensamiento y la praxis teológica de Samuel Escobar constituyen una de las contribuciones más significativas del protestantismo latinoamericano contemporáneo. Su obra articuló con singular lucidez la fidelidad a la Escritura, el compromiso con la justicia social y la apertura al diálogo intereclesial. Esta sección del artículo aborda su pensamiento desde su obra Imágenes de Cristo en el Perú, sus reflexiones sobre la misión integral y su compromiso con una teología hecha en comunidad, con notas explicativas de sus principales publicaciones.

1. Imágenes de Cristo en el Perú: Cristología cultural, popular y encarnada

La obra Imágenes de Cristo en el Perú (2013) representa una de las expresiones más logradas del pensamiento maduro y pleno de Escobar. Lejos de ofrecer una mera descripción iconográfica, el autor emprende una exploración teológico–cultural del modo en que Jesucristo ha sido representado, invocado y resignificado en el imaginario peruano, desde la época colonial hasta el siglo XXI. Escobar parte de una tesis provocadora: a pesar de la secularización creciente, la figura de Cristo persiste como un interpelante cultural y espiritual insoslayable [7].

El libro traza un itinerario que abarca desde los cronistas coloniales (Guamán Poma de Ayala), la lírica indigenista y la plástica andina, hasta los movimientos evangélicos contemporáneos. En esta relectura, Escobar se aleja tanto del dogmatismo confesional como del racionalismo elitista: revaloriza la fe popular, la intuición estética y la expresión artística como formas auténticas de teología vivida.

A lo largo del texto, se observa una apertura creciente hacia el pensamiento católico progresista y laico, como se evidencia en las citas a Hugo Echegaray, Clorinda Matto de Turner, José Carlos Mariátegui y César Vallejo. En poetas como Vallejo («El pan nuestro») y en pintores como Marcos Zapata (Cristo incaico), Escobar identifica una cristología encarnada en la cultura, no exenta de tensión profética. Su lectura reconoce en estas expresiones una forma de testimonio, aunque implícito, del Cristo solidario y doliente.

A nivel doctrinal, el libro concluye con una afirmación clara de la plena humanidad de Jesucristo, frente a tentaciones docetas. Escobar advierte que una cristología que pierda contacto con la realidad humana concreta de Cristo corre el riesgo de convertirse en ideología desencarnada. La exégesis bíblica rigurosa y el diálogo con la cultura son, para él, condiciones necesarias de toda teología fiel al Evangelio [8].

2. La fe pensada desde la comunidad y la historia: testimonio de vida

En su testimonio con motivo de los 45 años de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL), Escobar afirmó que la teología debe hacerse «en comunidad», lejos del individualismo académico competitivo que predomina en ciertos entornos teológicos europeos y norteamericanos [9]. Esta convicción fue constante en su vida: como docente, predicador, dirigente misionero y escritor, trabajó en red, compartiendo su reflexión con la comunidad de fe.


En palabras de Carlos Martínez García, Escobar fue un «teólogo integral, evangélico del camino». Un pensador que escribía desde la vida, entre tareas pastorales, viajes, clases y compromisos familiares [10]. Esta encarnación de la palabra teológica en lo cotidiano refleja una congruencia vital que hace de su pensamiento un testimonio genuino.

3. La misión integral: crítica y alternativa evangélica

Desde los años 70, Escobar fue una de las voces más claras en el evangelismo latinoamericano en articular la evangelización con la acción social. En CLADE I (1969) y Lausana (1974) denunció tanto el evangelismo superficial y triunfalista como las reducciones ideológicas que instrumentalizaban a su juicio el Evangelio [11]. Su contribución al documento del Pacto de Lausana fue clave en el desarrollo del concepto de misión integral ad gentes, que integra proclamación y compromiso con la justicia.

En su libro La fe evangélica y las teologías de la liberación (1987), Escobar dialoga críticamente con las corrientes liberacionistas. Reconociendo sus aportes en cuanto a la opción por los pobres, advierte sobre los riesgos de subordinación ideológica y propone una teología bíblica, fiel a la gracia y centrada en la cruz [12]. Esta postura fue continuada en Servir con los pobres en América Latina (1997), donde Escobar presenta modelos de misión integral que combinan compasión, dignidad, participación y justicia [13].

4. Teología evangélica contextual: legado en diálogo

Escobar también formó parte de obras colectivas que expresan el avance de la teología evangélica contextualizada. Entre ellas destaca Teología evangélica para el contexto latinoamericano (2004), donde diversos autores rinden homenaje a Emilio A. Núñez[14]  y afirman la necesidad de una teología latinoamericana comprometida y fiel [15]. Escobar aparece como uno de los referentes de esa corriente que busca responder a los desafíos del continente desde el Evangelio.

5. Conclusión: herencia viva

La obra de Samuel Escobar es una herencia viva para las iglesias del siglo XXI, en especial para las radicadas en la América Latina y España. Su cristología contextual, su teología misionera, su compromiso con la justicia y su testimonio personal constituyen un legado que invita a pensar la fe desde la historia, con el corazón vuelto al Evangelio y los pies en el suelo de la flagelada y crucificada por sistemas, estructuras e ideas América Latina. En tiempos de polarización eclesial, su figura se alza como puente, profecía y memoria, recordándonos a todos los cristianos el gran valor de la comunión.

Samuel Escobar: Unidad de la Iglesia y ecumenismo

El pensamiento y la praxis teológica de Samuel Escobar, teólogo de la integridad, representan una contribución singular a la comprensión contemporánea de la unidad de la Iglesia desde una perspectiva evangélica, crítica y comprometida. Su legado en el ámbito del ecumenismo (aunque lo llamemos «unidad» para pasar las aduanas interiores confesionales) no se limitó al plano doctrinal ni se diluyó en una conciliación teórica indiferenciada: fue, ante todo, un compromiso vivido, tejido en el entrecruce de diálogo, cooperación y fidelidad a la confesión evangélica. 

1. Participación en espacios ecuménicos y diálogo intereclesial

Escobar fue una figura clave en diversos foros interdenominacionales, como cofundador de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) en 1970, plataforma que congregó a evangélicos de distintas denominaciones para reflexionar en clave contextual, bíblica y misional [16]. Participó además en encuentros fundacionales como el Congreso de Berlín (1966), CLADE I (1969) y el Congreso de Lausana (1974), donde su cercanía con John Stott[17]  consolidó una visión de unidad en la misión, más allá de los límites institucionales.

Su relación con el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se expresó, entre otros momentos, en su participación en una consulta teológica de Fe y Constitución (1979), en la que presentó una ponencia sobre el ministerio cristiano en clave evangélica (Episcopé and episcopos in ecumenical perspective), compartiendo mesa con referentes católicos, ortodoxos y anglicanos. Asimismo, Escobar participó en la fundación del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) (1978), desde donde buscó integrar la voz evangélica en un marco ecuménico regional, aunque más tarde expresó reservas ante su alineamiento con ciertas posturas político-teológicas excluyentes[18].


Significativa fue también su labor en los diálogos oficiales entre la Iglesia católica y la Alianza Evangélica Mundial (1993–2002). En la sesión de Tantur (1997), Escobar presentó el texto Missionary Dynamism in Search of Missiological Discernment [19], reflexionando sobre la misión como espacio común [20]. Su presencia junto a figuras como Henri Blocher y Thomas Oden [21] evidenció una disposición al encuentro interconfesional, sin por ello sacrificar la integridad doctrinal evangélica propia.

2. Cooperación académica y eclesial interdenominacional

Durante sus años como docente en el Eastern Baptist Theological Seminary (1985–2005), Escobar promovió una formación teológica abierta, sensible al diálogo interdenominacional. Impulsó viajes académicos a América Latina y programas que integraban perspectivas evangélicas e incluso místicas católicas, subrayando que la unidad comienza por el conocimiento mutuo y la hospitalidad intelectual. Presidió también las Sociedades Bíblicas Unidas [22] (UBS) (1996–2004), organismo que ejemplifica la cooperación práctica entre católicos, protestantes y ortodoxos en torno a la Sagrada Escritura [23].

3. Pensamiento teológico sobre la unidad cristiana

Escobar abordó la unidad de la Iglesia desde la categoría neotestamentaria de koinonía, entendida como comunión en Cristo y misión compartida. Criticó las visiones que identificaban unidad con uniformidad estructural —como ciertos modelos católicos preconciliares— y defendió una catolicidad desde la diversidad, capaz de integrar contextos culturales, tradiciones teológicas y formas de espiritualidad. Citando a Justo L. González, subrayaba el valor simbólico de los cuatro evangelios como expresión de una Iglesia que abraza la diferencia sin perder la identidad [24].

 Desde este horizonte, Escobar distinguió con claridad entre un ecumenismo teológico de mínimos —que tiende a diluir las convicciones evangélicas— y un ecumenismo práctico, orientado a la acción conjunta por el Reino. Afirmaba que las diferencias doctrinales «básicamente insuperables» no impiden colaborar por la justicia, la paz o el testimonio común. A esto lo llamó, al igual que los ecumenistas de raza, ecumenismo de base, y lo consideró más real que muchos acuerdos institucionales [25].

Conclusión final

Samuel Escobar representa una de las voces más lúcidas y equilibradas del evangelismo latinoamericano reciente en torno al tema del ecumenismo, al que ni demonizaba ni le cerraba la puerta del diálogo y la cooperación. Su testimonio invita a concebir la unidad de la Iglesia como una tensión dinámica entre identidad y apertura, entre fidelidad evangélica y hospitalidad ecuménica. En sus palabras, «tener la humildad de reconocer que esa otra manera de ser cristiano también es legítima… y podemos aprender de ellos», siempre que el centro cristológico permanezca bien firme y asentado.


NOTAS

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1.  Carlos Martínez García, «En los 80 años de Samuel Escobar», Protestante Digital, 29 de noviembre de 2014.

José de Segovia, «Samuel Escobar, un maestro ejemplar», Protestante Digital, 3 de diciembre de 2024.

Carlos Martínez García, «Samuel Escobar y su peregrinaje en la misión (I)», Protestante Digital, 3 de mayo de 2025.

Redacción, «Falleció el teólogo bautista, Samuel Escobar Aguirre (1934–2025)», Actualidad Evangélica, 29 de abril de 2025.

Redacción, «Samuel Escobar Aguirre», Actualidad Evangélica, [fecha no especificada].

Estas fuentes ofrecen perspectivas valiosas sobre la vida, obra y legado de Samuel Escobar, y pueden enriquecer cualquier estudio académico relacionado con su contribución a la teología evangélica latinoamericana.

2.  Entrevista al teólogo Samuel Escobar – Celebramos su vida, audiovisual recogido en Protestante Digital, abril de 2025.

3. René Padilla (1932–2021) fue un teólogo evangélico ecuatoriano-colombiano, una de las figuras más influyentes del movimiento misionero latinoamericano. Desarrolló el concepto de “misión integral”, una teología que articula la proclamación del evangelio con el compromiso social. Participó activamente en el Congreso de Lausana (1974) y fue fundador de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) y de la organización Kairos en Argentina.

Cf. RENÉ PADILLA, Misión integral: Ensayos sobre el reino de Dios y la iglesia, Buenos Aires, Kairos, 2019.

Pedro Arana Quiroz (n. 1936) es un sociólogo, biblista y líder evangélico peruano, conocido por su papel en la articulación del pensamiento protestante latinoamericano. Fue secretario general de la Fraternidad Teológica Latinoamericana y miembro destacado de la Comisión de Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias. Participó en procesos de diálogo ecuménico e intereclesial, promoviendo una eclesiología latinoamericana contextualizada².

4.  CARLOS MARTÍNEZ GARCÍA, Celebración de vida y ministerio de Samuel Escobar, en Protestante Digital, 29 abril 2025.

5.  CLADE I (1969); Congreso de Lausana (1974); Consejo Mundial de Iglesias, consulta de Fe y Constitución, 1979; Consulta Internacional entre la Iglesia Católica y la Alianza Evangélica Mundial, 1993–2002.

6.  SAMUEL ESCOBAR, La fe evangélica y las teologías de la liberación, El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1987; e Imágenes de Cristo en el Perú, Lima: Ediciones Puma, 2013.

7.  Samuel Escobar, Imágenes de Cristo en el Perú, Lima: Ediciones Puma, 2013.

8.  Ibíd., conclusión doctrinal.

9.  Cf. CARLOS MARTÍNEZ GARCÍA, Celebración de vida y ministerio de Samuel Escobar, Protestante Digital, 29 abril 2025.

10.  Ibíd.

11.  CLADE I (1969); Congreso de Lausana (1974), intervenciones de Samuel Escobar y R. Padilla.

12.  SAMUEL ESCOBAR, La fe evangélica y las teologías de la liberación, Casa Bautista de Publicaciones, El Paso 1987.

13.  SAMUEL ESCOBAR, Servir con los pobres en América Latina, Ediciones Kairós, Buenos Aires 1997.

14.  Emilio Antonio Núñez C. (n. 1923), teólogo evangélico salvadoreño, es una figura pionera de la teología protestante en América Latina. Fue profesor y rector del Seminario Teológico Centroamericano (SETECA) en Guatemala y uno de los primeros en articular una teología evangélica contextualizada, sensible a los desafíos sociales y políticos de la región. Su obra más influyente, Teología y misión en perspectiva latinoamericana (junto a William Taylor), se convirtió en referencia clave para el desarrollo de la misión integral y el pensamiento teológico latinoamericano evangélico.

Cf. EMILIO A. NÚÑEZ, Hacia una misionología evangélica latinoamericana: Bases bíblicas de la misión, publicada por COMIBAM Internacional, 1997.

15. OSCAR A. CAMPOS (ED.), Teología evangélica para el contexto latinoamericano, Ediciones Kairós, Buenos Aires 2004.

16.  SAMUEL ESCOBAR, entrevista en Protestante Digital, «Diálogo sobre la misión», diciembre 1989.

17.  John R. W. Stott (1921–2011) fue un influyente teólogo, pastor anglicano y líder evangélico británico, reconocido por su papel central en el resurgimiento del evangelicalismo global del siglo XX. Rector emérito de All Souls Church en Londres, fue principal redactor del Pacto de Lausana (1974), donde articuló la necesidad de unir evangelización y responsabilidad social. Autor prolífico y promotor del pensamiento evangélico comprometido con la cultura, dejó un legado teológico equilibrado, bíblicamente sólido y pastoralmente sensible¹.

Cf. JOHN STOTT, La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos, Libros Desafío, 1996. Esta obra aborda temas como el compromiso social cristiano, los derechos humanos, la ética sexual y la justicia económica, desde una perspectiva evangélica. Es ampliamente reconocida por su enfoque equilibrado entre fidelidad bíblica y sensibilidad cultural. cf. Timothy Dudley-Smith, John Stott: The Making of a Leader, Downers Grove, IVP, 1999.

18.  Ibíd.

19.  El artículo Missionary Dynamism in Search of Missiological Discernment de Samuel Escobar, publicado en One in Christ (1999), constituye una reflexión crítica sobre el dinamismo misionero contemporáneo y la necesidad de un discernimiento teológico que lo oriente adecuadamente.

En este ensayo, examina cómo el impulso misionero, especialmente en contextos no occidentales, ha generado nuevas formas de entender y practicar la misión cristiana. Destaca la importancia de una teología de la misión que sea contextual, bíblicamente fundamentada y sensible a las realidades socioculturales de las comunidades receptoras. El autor subraya que el entusiasmo misionero debe ir acompañado de una reflexión teológica honda e intensa que evite tanto el activismo sin dirección como la imposición cultural.

El texto también aborda la interacción entre evangelización y acción social, proponiendo una visión integral de la misión que integre la proclamación del Evangelio con el compromiso por la justicia y la transformación social. Escobar argumenta que esta perspectiva es esencial para una misión auténticamente cristiana y relevante en el mundo contemporáneo.

Cf. SAMUEL ESCOBAR, «Missionary Dynamism in Search of Missiological Discernment», One in Christ 35, n. 1 (1999): 69–91.

20.  Samuel Escobar, entrevista en Protestante Digital.

21.  Henri Blocher (n. 1937) es un teólogo evangélico francés, profesor emérito de teología sistemática en la Faculté Libre de Théologie Évangélique de Vaux-sur-Seine. Reconocido por su enfoque bíblico-racional y por dialogar con la teología reformada clásica, Blocher ha abordado cuestiones centrales como la creación, el pecado original y la expiación desde una perspectiva crítica y contemporánea. Su obra Le mal et la croix es uno de los aportes más sólidos del pensamiento evangélico europeo sobre el problema del mal.

Cf. HENRI BLOCHER, El mal y la cruz, Barcelona, Andamio, 2002.

Thomas C. Oden (1931–2016) fue un teólogo metodista estadounidense que, tras una etapa liberal, se convirtió en uno de los principales exponentes del «paleo-ortodoxismo», corriente que reivindica la teología consensual de los primeros siglos del cristianismo. Profesor en Drew University, promovió un retorno a los Padres de la Iglesia y al consenso ecuménico de los primeros concilios, desarrollando una teología sistemática inspirada en la tradición patrística y reformada, accesible al protestantismo contemporáneo.

Cf. THOMAS C. ODEN, Systematic Theology, 3 vols., Hendrickson Pub, 2006.

22.  Las Sociedades Bíblicas Unidas (United Bible Societies, UBS) son una fraternidad internacional de organizaciones nacionales dedicadas a la traducción, publicación, distribución y promoción de la Biblia. Fundadas formalmente en 1946, agrupan a más de 150 sociedades bíblicas en cerca de 240 países y territorios. Su labor ecuménica busca que las Sagradas Escrituras estén disponibles para todas las personas en su propio idioma y en formatos accesibles. Colaboran activamente con iglesias católicas, ortodoxas y protestantes, siendo uno de los ejemplos más visibles de cooperación interconfesional en torno a la Palabra de Dios.

Cf. Sociedades Bíblicas Unidas, Palabra que transforma vidas: Historia y misión de las Sociedades Bíblicas Unidas, Madrid, Sociedades Bíblicas Unidas, 2006.

23.  Samuel Escobar, entrevista en Protestante Digital.

24.  JUSTO L. GONZÁLEZ, Artículos seleccionados, Biologos.org, 2021.

25.  Ibíd.



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Juan G. Biedma es Licenciado en Ciencias Religiosas por la Facultad de Teología San Dámaso (Pontificia Universidad de Salamanca), Magíster en Teología Dogmática Reformada por el Instituto Superior de Teología y Ciencias Bíblicas.CEIBI y Diplomado en Ecumenismo, Diálogo Interreligioso y Sectas/NMR por el Centro Ecuménico de Madrid. Ecumenista y Diácono de la Iglesia católica romana.







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