Según Emilio Monjo, Casiodoro de Reina puede considerarse el “Lutero extremeño”, y Mario Escobar lo considera el “Lutero español”. Perseguido por sus ideas reformadas, amigo personal de la reina Isabel de Inglaterra y traductor de la primera Biblia al castellano, es uno de los personajes más importantes del siglo XVI español[1].
En cuanto a su lugar de nacimiento, Marcelino Menéndez Pelayo le considera natural de Granada, aunque otros autores opinan que nació en la localidad de Reina, de donde toma su apellido, y aún otros optan por Sevilla, de acuerdo al testimonio del mismo Casiodoro: “Cassiodorus Reinius Hispanus Hispalensis” en la dedicatoria autógrafa del ejemplar de su biblia que regaló al senado de la ciudad de Basilea. La tesis más aceptada es que Casiodoro de Reina nació en la villa de Montemolín, (entonces Reino de Sevilla), hoy provincia de Badajoz. La fecha de su nacimiento se sitúa en 1520. Cursó estudios en la Universidad de Sevilla[2], aunque otros dicen que lo hizo en Salamanca.
Casiodoro entró como fraile en la comunidad jerónima de San Isidoro del Campo, en Santiponce (Sevilla), a la edad de 26 años, hacia 1546, donde fue ordenado sacerdote[3]. Pronto será considerado en Sevilla como el maestro indiscutido de la naciente comunidad evangélica, con el resultado que en pocos meses casi todos los frailes del convento se habían convertido.
Tras ser descubiertos por la Inquisición, en el año 1557, doce de sus frailes (Reina entre ellos) decidieron huir a un lugar más seguro en el extranjero[4], parte de los cuales llega a Ginebra al final del mismo año[5]. Después de haber frecuentado los cultos de la Iglesia italiana de la ciudad, en el momento en que se constituye la iglesia española, con Juan Pérez como pastor, asiste a la misma.
Su residencia en Ginebra no será muy cómoda. Pronto se hizo sospechoso a los ultraortodoxos calvinistas de Ginebra por sostener que a los anabaptistas se les debía considerar como hermanos, por propagar entre los refugiados españoles el libro de Castellion y por decir que Miguel Servet había sido quemado injustamente en Ginebra. Reina, a favor de la tolerancia frente al rígido sistema ginebrino que le miraba con recelo, junto con otros, prefiere abandonar la ciudad.
Tras una breve estancia en Francfort, se dirige a Londres, en ese momento país de acogida para los reformados, a donde llega en 1559, integrándose en la Iglesia francesa. En esta ciudad, con el apoyo de la reina Isabel, Casiodoro funda una congregación española, uniendo a todos los españoles disgregados en las diferentes Iglesias, de la que será su pastor en el templo de Santa María de Hargs. Al producirse esto, los dirigentes de las congregaciones francesa y flamenca manifiestan su desacuerdo.
Para recibir el reconocimiento oficial de su congregación, Reina presentará, el 11 de marzo de 1560, su Confesión de fe, que al principio fue aceptada por el obispo Grindal y las iglesias extranjeras[6]. Pero, poco tiempo después fue condenada, ya que el contenido de esta confesión, en lo que respecta a la Trinidad y las doctrinas del Bautismo y de la Santa Cena, levantará sospechas de los dirigentes de algunas congregaciones extranjeras de la ciudad.
En ese tiempo entre calvinistas y luteranos se había desarrollado una polémica sobre la Santa Cena y la manera en que tenía de entenderse la presencia en ella del cuerpo y de la sangre de Cristo. Sobre este punto de la doctrina cristiana, Casiodoro en su Confesión parece haber querido llegar a una formulación tolerante que pudiera ser aceptada tanto por los calvinistas como por los luteranos.
A partir de 1563 Reina será víctima de graves acusaciones, doctrinalmente acusándole de ser un seguidor de las doctrinas de Miguel Servet y moralmente de ser un sodomita. Le llegarán en el peor de los momentos, ya que, habiéndose casado con la viuda Ana León, esto suscitó contra él la enemistad de la reina Isabel por no mantener el celibato. Sin su apoyo y dudando llegar a un juicio favorable, Casiodoro decide huir al continente abandonando Londres durante el invierno de 1563 acompañado de su familia, y dispersándose la Iglesia española que años atrás había fundado[7].
No podemos determinar con precisión el origen de estas acusaciones, pero podemos suponer que vinieran de los dirigentes de las congregaciones extranjeras, de los espías de Felipe II y de la Inquisición. En una carta de Felipe II al embajador de Londres, Álvaro de la Cuadra, se da a entender que Casiodoro era objeto de una acción inquisitorial desde España. En la carta de 15 de agosto de 1563, en la que el rey da orden al embajador para que haga lo necesario a fin de que Reina y su colaborador Zapata salgan de Inglaterra. Una vez en el continente, el arresto se haría posible[8].
Tras una corta estancia en Amberes, donde fue seguido por su familia, se dirige a Orleans y en Bergerac pasa unos meses con Antonio del Corro y Juan Pérez de Pineda, después se trasladaron a Montargis bajo el amparo de la duquesa Renata de Francia, con ellos permaneció hasta principios de 1565 en que Casiodoro se dirige a Francfort. Poco después es invitado por la congregación francesa de Estrasburgo para tomar la responsabilidad pastoral. Teodoro de Beza se opondrá a que esto se realice fundándose sobre su entendimiento de ciertos artículos de la Confesión de Fe[9].
Desde 1565 y hasta 1569 Reina se dedicará a traducir, imprimir y editar su versión de la Biblia en castellano. En este tiempo Reina viajará con frecuencia a Francfort y a Basilea para llevar a cabo la impresión de su biblia.
Durante estos mismos años, se dedicará también a publicar algunas obras teológicas. En 1573, recibe el derecho de ciudadanía del ayuntamiento de Francfort, y publica dos comentarios.
*El primer comentario, sobre el evangelio de Juan, donde se volcará en defender la divinidad del Cristo contra todas las doctrinas que la niegan, incluidas las de Servet.
*El segundo comentario, es sobre el cuarto capítulo de Mateo, en el que procura concentrar la atención de los pastores sobre los peligros de su función. Las tentaciones de Cristo son utilizadas, por analogía, advirtiendo a los pastores cristianos de las tentaciones que rodean su ministerio.
En 1574 Casiodoro estará dedicado a prepar una edición de la «Bibliotheca Sacra» de Sixtus Senesis que saldrá de la imprenta en 1575; y en 1577 hace imprimir una nueva edición de su Confesión de Fe de Londres[10].
Durante estos últimos años, Casiodoro es miembro de la Iglesia Reformada Francesa en Francfort, en la que ejerció un ministerio. En 1577 recibe la propuesta de trabajo pastoral en Polonia; pero finalmente no aceptará y se quedará en la ciudad del Francfort.
Al año siguiente, el 22 de julio, es invitado a tomar el pastorado de la comunidad luterana de Amberes; pero antes, decide acudir a Londres para defenderse y aclarar las acusaciones de 1563. Reina es declarado inocente, en marzo de 1573, por una comisión presidida por Edmund Grindal, arzobispo de Canterbury.
El consistorio de la comunidad calvinista de Londres no acatará esta decisión, y seguirá poniendo en cuestión la doctrina de Reina sobre la Santa Cena. Casiodoro pondrá todo su empeño en escribir una serie de artículos con el fin de aclararles su pensamiento; pero seguirán cuestionando su contenido, por considerar que es una posición intermedia entre luteranos y calvinistas, siguiéndoles pareciendo ambiguo.
Reina llegará a Amberes en diciembre de 1579. Desde entonces, y a pesar del desacuerdo de ciertos miembros de la comunidad que le acusan de cripto-calvinista, ejercerá su ministerio hasta 1585, año en el que tanto él como su comunidad deberán abandonar la ciudad al caer ésta bajo dominación española. Entonces Casiodoro se dirige a Francfort.
Se conoce poco de él hasta 1591; en Francfort se supone que vuelve a ejercer actividades comerciales y que se ocupara del pequeño grupo de Amberes que le siguió al abandonar la ciudad. Casiodoro solicita ser reconocido oficialmente como pastor de la comunidad. El 10 de enero de 1592 el Consejo de la ciudad acepta la petición, pero el cuidado del grupo será confiado al pastor Serrarius y no a Reina que quedará como pastor adjunto[11].
Finalmente, Reina será reconocido, pero para ello deberá adherirse a los credos de los Apóstoles, de Nicea y de Atanasio; a la Confesión de Augsburgo, a la Concordia de Wittenberg, a los seis artículos de Esmalcalda, al Catecismo de Lutero, al acuerdo de Bucero y a la fórmula de concordia de Melanchton. Casiodoro confirma su adhesión en un documento firmado el 8 de mayo de 1593. Teniendo ya más de 70 años, será reconocido pastor, pero su ministerio durará poco. Casiodoro de Reina muere el 15 de marzo de 1594, 25 años después de ver la luz su mayor logro, siendo enterrado dos días después[12].
FAMILIA
En 1565, Casiodoro de Reina, con su mujer Ana León, fijan su domicilio en Basilea (recorriendo 150 kilómetros), Se hospeda en la casa de Marcos Pérez, donde nacería, a finales de 1565, su primer hijo: Marcos Casiodoro, le puso a su hijo ese nombre en gratitud a su amigo y colaborador Marcos Pérez, padrino de bautismo del niño. Quien tras el paso de los años estudiaría teología en la Universidad de Wittenberg y seguiría los pasos de su padre como pastor de la comunidad luterana de habla francesa en Frankfurt de 1596 a 1625, la misma congregación que pastoreara Casiodoro de Reina.
En Fráncfort entre 1571 y 1577 la familia de Casiodoro de Reina aumenta:
* Agustín Casiodoro nace en 1571, recibe este nombre en honor de su padrino Augustín Legrand[13], llegó a ser profesor de idiomas en la casa real de Suecia y traductor de varias lenguas[14].
* Margarita nace en 1573, se hizo cargo del negocio de sedas cuando falleció su padre[15].
* Servas nace el 12 de octubre de 1575, recibe el nombre de su padrino, un comerciante Walón llamado Servas Marell[16].
* Juan Casiodoro el 15 de diciembre de 1577. Recibe su nombre de su padrino “Johan Bode, otro mercader valón de Francfurt”[17]. Llegó a ser un maestro en figuras artísticas de plata[18].
La familia vivió temporalmente en la casa Braunfels en Liebfrauenberg, propiedad de Augustin Legrand hasta 1578,[19] que disponía de amplios espacios para poder almacenar las mercancías, con las que pudo mercadear y sustentar a su familia.
II. EL EMBLEMA DE LA BIBLIA DEL OSO
La biblia de Casiodoro de Reina, es llamada «Biblia del Oso» por aparecer un emblema con este animal en la portada. Dicho emblema perteneció al impresor de Estrasburgo, Apiarius, establecido en Basilea en el año 1566, y que Casiodoro le compró.
El significado del grabado que ha dado nombre a la biblia de Reina, objetivamente puede ser doble:
*Las abejas pueden representar las dificultades del impresor Apiarius y los obstáculos a los que debió enfrentarse en su trabajo. Las abejas serían una alusión a su apellido alemán, Biener (que significa abeja; Apiarius, que en latín significa apicultor, sería una latinización del apellido alemán).
*Todo el conjunto se puede interpretar como una referencia a los enemigos de la Palabra de Dios. Esta estaría representada en la labor de las abejas, las cuales parecen escribirla con la miel.
Tanto las dificultades del impresor como los enemigos de la Escritura estarían representados en los pájaros y en las arañas que acechan a las abejas en su labor.
Otros autores observan que el emblema de La Biblia del Oso se considera cripto-simbólico, y lo explican así:
* Un árbol frondoso, pero cortado, ocupa el centro.
* En la parte superior derecha aparecen tres aves; en el centro, unas abejas revolotean por todos lados. El grabado tiene a los pies un libro abierto con el Tetragrámaton (las cuatro letras del nombre de Yahvé).
* En la parte inferior izquierda, un oso, en posición erguida, recoge con su boca abierta la miel procedente de una colmena.
* En la parte superior, atado a una rama, hay un mazo que ha hendido el árbol y salen miel y abejas. Diversos insectos y arañas que amenazan la tarea de las laboriosas abejas.
* Debajo se lee Isaías 40:8 en hebreo y en español: “La palabra del Dios nuestro permanece para siempre”[20].
Comenta Salomón Salazar, basándose en un artículo de la doctora María Dolores Alonso Rey (Universidad de Angers, Francia):
“El árbol representa la solidez de la iglesia católica, pero de una de las ramas está colgado un mazo que golpea el tronco. Ese golpeteo simboliza el protestantismo: está representado como un golpe a la estructura de la Iglesia Católica […] el mazo rompe el panal, de donde sale la miel que cae en la boca del oso”.
En conjunto, la imagen representa el versículo 9 del capítulo 10 del libro del Apocalipsis donde se menciona: “Toma, comételo, porque te amargará las entrañas, pero tu boca será dulce como la miel”[21].
III. LA EDICIÓN DE LA BIBLIA DEL OSO
Fue durante su exilio en diferentes lugares de Europa y bajo el patrocinio parcial de varios benefactores (entre ellos Marcos Pérez y Juan Pérez de Pineda), como Casiodoro de Reina empezó en Londres su trabajo de traducción, aunque fue en Ginebra donde forjó el plan de traducir la Biblia completa al español. Otros autores afirman, sin pruebas consistentes, que la inicio en el Monasterio de San Isidoro. Tal trabajo le llevo doce años de preparación.
Varios documentos demuestran que Reina comenzó en Londres su trabajo de traducción.
El Rey Felipe II puso precio a la cabeza de Casiodoro, siendo Acechado en todas partes por los esbirros de la Inquisición. El 26 de junio de 1563 el embajador español en Inglaterra, Álvaro de la Cuadra, escribe al rey de España para anunciarle la llegada de Francisco Zapata, «andaluz (...) que viene para residir aquí y reconocer con el dicho Casiodoro y otros una biblia (...) trasladada en romance castellano»[22].
Una prueba del trabajo de Reina en Londres lo tenemos en la dedicatoria de un ejemplar de la biblia que regaló al obispo Edmund Grindal: “Al dignísimo Prelado, i Señór Reverendísimo, el Señór Edmundo Grindal, Arzobispo de Cantorberi, i meritísimo Primado de toda Inglaterra: por haber rescatado de manos enemigas, el manuscrito orijinál de esta versión Española de los Libros sagrados: Casiodoro de Reina, autor de la misma versión, en muestra de agradezimiento, i en prenda de su invariable respeto, dá i dedica”[23].
En el año 1564 Reina, tras abandonar Inglaterra y habiendo dejado a su familia en Amberes, se reúne con Antonio del Corro en Orleans; ambos se refugiarán con Juan Pérez en el castillo de Montargis. Es fácil suponer que durante esta estancia trabajaran en la producción de la Biblia.
Sobre las fuentes utilizadas por Casiodoro para la traducción de su Biblia nos informa parcialmente él mismo en su “Amonestación al lector”:
Para el Antiguo Testamento, tomaba como Textus Receptus, la Biblia hebrea de Jacob ben Chayimibn Adonijaho la Biblia de Bomberg, la versión de Sanctes Pagnini y la edición judeo-española de la Biblia de Ferrara 1553. Reina utilizó también para los textos oscuros traducciones antiguas como la Septuaginta (LXX) y la Vulgata.
Para el Nuevo Testamento, Casiodoro siguió el “Textus Receptus” de Desiderio Erasmo, la Biblia latina de Zürich, la Biblia de Robert Estienne y en parte la Biblia de Castellion. Además, utilizó las versiones castellanas de Francisco de Enzinas y Juan Pérez de Pineda[24].
Reina debió de establecer contactos en 1567 con Juan Herbst, (amigo de Francisco de Enzinas) llamado Oporinus, humanista y lector en la Universidad de Basilea, que ejercía también el oficio de impresor. En una carta del 27 de septiembre de 1567 a Diego López, Casiodoro solicita la colaboración de Baltasar Gómez, quien en París trabajaba en una segunda edición del Nuevo Testamento de Juan Pérez; Reina pide que Gómez le traiga un ejemplar de lo ya impreso, quedando sin respuesta al ser Diego López detenido y los ejemplares incautados.
En la misma carta hay mención de un contrato con Oporinus: de los 1.100 ejemplares, el impresor debía quedarse con 200 y los 900 restantes, serían para Reina. En total toda la impresión no debía costar más de 500 escudos[25].
Tras ciertas dificultades iniciales para la obtención del permiso de publicación, dado que la Comisión no entendía el castellano. En febrero de 1568, comienza la impresión; pero pronto será detenida por razones económicas. Marcos Pérez, no podía hacer efectivo, dado que se le demoraban los pagos que debían ser hechos por un legado que Juan Pérez y que debía destinarse a la edición de la Biblia.
Oporinus muere, el 6 de julio, dejando una deuda pendiente de más de 15.000 escudos. Casiodoro tendrá que dirigir una petición al Consejo de Basilea para que le sean devueltos los 400 escudos que habían sido adelantados al impresor. Al ser muchos los acreedores, tendrá grandes dificultades para obtener su anticipo.
En una carta de 4 de agosto de 1568 se deja entrever que Oporinus tenía un subcontrato con el impresor Guarinus, pero éste se niega a seguir la impresión si no se le den garantías de pago. Ante estos problemas de financiación, Casiodoro, escribe a Conrad Hubert de Estrasburgo, el 23 de diciembre, pidiéndole le sean enviados 200 escudos. El dinero llega el 16 de enero de 1569 que permitirá reanudar la impresión,[26] pero Reina encontrará nuevas dificultades, esta vez en su trabajo de traductor.
Al llegar al Apocalipsis, el trabajo del impresor había casi ya alcanzado al del intérprete y a Casiodoro no quedó otro remedio que servirse del texto de Enzinas, revisándolo. “Dicho sea esto no con menoscabo de la labor de Casiodoro, pues como monumento de alta piedad y erudición o como modelo de precisión y propiedad de la lengua española tanto valen la exquisita y elegante prosa del humanista burgalés como la ligera y brillante del reformador andaluz”[27]. La impresión, que ocupó durante varios meses una o dos prensas de Guarín, fue terminada el 24 de junio 1569, a falta de la Introducción “Amonestación al lector”.
Al verse de nuevo en apuros económicos, el 24 de junio de 1569 Casiodoro escribe a Hubert pidiéndole que le sean prestados 250 escudos; Reina debió de recibir el dinero pedido a Hubert. En carta de 6 de agosto le escribe para anunciarle un envío de 4 toneles llenos de biblias[28].
“Fue pues la primera traducción al castellano de la Biblia completa hecha desde los idiomas originales. La primera biblia de la Reforma Protestante en España, en el Siglo de Oro, sería la de Casiodoro de Reina. Incluía los libros deuterocanónicos, y además III y IV de Esdras y la Oración de Manasés”[29]. La tradujo y editó con un espíritu universal para que la leyeran tanto católicos como protestantes.
No había transcurrido un año desde la impresión de la Biblia del Oso cuando Felipe II dio la orden de castigar al traductor. El Consejo de la Inquisición conocía ya en 1571 que "la Biblia en romance" había salido de Basilea y ordenaba la recogida de todas las que se descubrieran. En Amberes finalmente se cambiaron las portadas de muchos de estos ejemplares por la portada del célebre Diccionario de Ambrogio Calepino a fin de poderlos mejor difundir en España.
Otros muchos ejemplares quedaron durante decenios depositados en manos de los miembros de la familia de Casiodoro en Francfort, quienes hicieron “refrescar” periódicamente los ejemplares vendidos actualizando las portadas. Esto explica que existan ejemplares con el falso pie de imprenta “Francfort 1602, 1603 o 1622”[30].
OTRAS OBRAS DE CASIODORO DE REINA
La Confesión de fe Christiana
Realizada por Casiodoro de Reina. La compuso para explicar las creencias de la comunidad española que pastoreaba, ante otras iglesias de extranjeros en Londres.
La redactó a finales de 1559, y la dio a conocer primeramente en Londres el 21 de enero 1560.El día 4 de febrero su confesión de fe fue entregada a los ministros de la iglesia flamenca para que la estudiaran más a fondo, y en marzo —el día de la fecha precisa es desconocido— dicha confesión fue aceptada y los españoles lograron su meta, a saber, establecer su propia iglesia con su propia confesión de fe con su propio pastor, Casiodoro de Reina.
Dicha edición fue escrita en latín, la lengua franca de aquel entonces, y el manuscrito original ha sido preservado hasta hoy en el manuscrito MS 2002, “De Causa Cassiodori Hispani Confessio Hispanica”, que se encuentra en la Lambeth Palace Library (Londres).
El texto permanece como manuscrito hasta 1577, cuando Reina, residente en Fráncfort, lo publica sólo en español, la confesión que había publicado unos 16-17 años atrás. Milagrosamente, existe un solo ejemplar conocido de la edición española de la confesión de fe de Reina, la cual se puede encontrar en la British Library (Londres).
En 1601, se publica otra versión bilingüe español-alemán en Cassel, edición de la que sólo se conserva un ejemplar en Sacasen (Alemania). Ese texto ha sido publicado de nuevo en 1988, por el editor Gordon Kinder. Por último, en 1611 se publicó una versión solamente en alemán.
Su nombre completo era: “Declaración o Confesión de Fe Christiana hecha por ciertos fieles españoles, los cuales huyendo de los abusos de la Iglesia Romana y la crueldad de la Inquisición de España, dexarron su patria para ser recibidos de la iglesia de los fieles, por hermanos en Christo” (publicada en Frankfort en 1577, por lo que hasta esa fecha circularía en manuscrito).
Esta Confesión de Fe, en una clara expresión de su espíritu libre y tolerante. Es una Confesión Independiente, sin parentesco conocido con otra formulación existente, que evita la agria polémica, confiesa su lealtad a los Credos Ecuménicos y a las enseñanzas fundamentales de la Reforma del siglo XVI.
Reina en su Confesión intentó expresar una fe común a los evangélicos. No es una traducción ni está basada en otra declaración de fe. En este sentido es única, confiriéndole su carácter independiente un valor especial entre las confesiones protestantes del siglo XVI.
La Confesión de Reina está compuesta por:
* Una introducción, cuyo título, bastante largo, ya indica la ocasión y el motivo de la confesión;
* Una peroración;
* Un cuerpo doctrinal de veintiún artículos:
1) De Dios; 2) De la Creación de las cosas; 3) De la Creación del Hombre; 4) De la Caída; 5) De las promesas de Dios; 6) De la Ley; 7) Del Cristo; 8) De la Naturaleza y persona de Cristo; 9) Del oficio y Dignidad de Cristo; 10) De la Justificación por la Fe; |
11) De los sacramentos; 12) Del Bautismo; 13) De la Santa Cena; 14) Del Ministerio; 15) De la Disciplina; 16) De los Magistrados; 17) De Espíritu Santo; 18) De la Santa Iglesia; 19) De algunas señales de la Iglesia; 20) De la remisión de los pecados; 21) De la resurrección de los muertos. |
* Y un apéndice, que probablemente es un añadido que no formaría parte del original presentado en la asamblea de las Iglesias de Forasteros, en Londres.
Es de suma importancia notar que el manuscrito de esta versión latina contiene tres adiciones textuales de extensión considerable en los márgenes, las cuales se pueden identificar por las siguientes tres características:
1) La pequeñez de la letra en comparación con el texto principal,
2) La ubicación de los textos en los márgenes del manuscrito y
3) Las marcas que señalan donde los textos deben incorporarse en el texto principal.
La Confesión refleja un profundo conocimiento de la Biblia. En total, la Confesión contiene casi quinientas citas bíblicas en notas a pie de página – las citas sólo son de los capítulos y algunas se han perdido. Casi todas, 457, corresponden al cuerpo doctrinal, lo cual da la nada desdeñable media de 20 citas por artículo.
El carácter bíblico de la Confesión no se debe solamente a las citas de las Escrituras, sino en especial porque dedica cinco artículos (arts. 3-7) para la explicación del Pacto o Alianza como manifestación del plan de salvación de Dios.
Es en este sentido que la Confesión de Reina es un documento teológicamente extraordinario, a medio camino entre la teología dogmática, o confesional, y lo que hoy se llama teología bíblica.
Es un documento redactado desde una base bíblica y con un acusado sentido irenista y no se apoya en ningún credo ni en confesiones de fe tradicionales. Además, contra la costumbre de la época, no condena ninguna confesión de fe (católica, anabaptista o antitrinitaria).
Casiodoro, además de la Confesión de Fe, publicó diversas obras, destacando:
Comentario al Evangelio de Juan (Evangelium Ioannis: hoc est, iustaacvetus Apologia pro aeterna Christi Divinitate). Francfort, 1573; traducción española de Francisco Ruíz de Pablos, 2009.
El Comentario al evangelio de Juan de Casiodoro de Reina, recoge la traducción del latín hecha en Fráncfort en la imprenta de Nicolás Baseus en 1573, y cuyo título en español dice así:
El Evangelio de Juan; esto es, justa y antigua apología de la eterna divinidad de Cristo, y por ende, en tanto que es uno con el Padre, de su igualdad con El, contra la impiedad de los judíos, de Cerinto, de los ebionitas, de Arrio, y finalmente de Mahoma y de los de su escuela, tanto antigua como moderna.
Es un retrato desde el que conocer mejor a este extremeño universal. Lo vemos en su carácter libre, constante, trabajador incansable y, sobre todo, asumiendo y reclamando un respeto absoluto para el objeto de su investigación: el texto sagrado...
* Exposición de la primera parte del capítulo cuarto de San Mateo. Sobre las tentaciones de Cristo, dedicada a los teólogos de Basilea (Expositio primae partis capitis quarti Mathei, commonefactoria ad Ecclesiam Christi, de periculispiorum Ministrorum Verbi in tempore cavendis, aparecidas en latin en 1573, Frankfort); traducción española Madrid, 1998, facsimilar, traducción de M. Araujo Fernández con introducción de Carlos López Lozano.
Este opúsculo fue publicado por primera vez en latín en Fráncfort en la imprenta de Nicolás Baseus en 1573. Consta de dos partes:
Primeramente una epístola dedicatoria dirigida a Simón Sultzer y Ulrico Coctius, pastores de Basilea y profesores de teología en aquella ciudad que debieron prestar a Casiodoro una valiosísima ayuda para la publicación de su Biblia.
La segunda parte de esta obrita, es propiamente la exposición de las tentaciones de Cristo según el pasaje de San Mateo. El texto del Nuevo Testamento que Reina utiliza para apoyar su comentario, es el ya mencionado de la traducción latina que Tremellius hizo de la versión siríaca.
Casiodoro de Reina hace una magnífica exégesis sobre el texto de las tentaciones de Jesús. Esto le lleva a comparar las tentaciones de Jesús con las tentaciones de la Iglesia, por lo que el texto cobra una gran actualidad, pues éstas son iguales hoy que hace cuatro siglos y medio.
Durante el comentario cita frecuentemente el famoso documento espúreo conocido como «La Donación de Constantino» mencionando las discusiones que en su época había sobre la autenticidad del texto. Hoy en día nadie duda de que este documento es totalmente falso.
* Algunas Artes de la Santa Inquisición Española, (Sanctae Inquisitionis hispanicae artes aliquot detectae, ac palam traductae. Esta obra fue impresa en 1567 en Heidelberg). Primera traducción castellana de la obra escrita en latín bajo el seudónimo: Reginaldus Gonsalvius Montanus.
La obra se publicapor primera vez en latín, en Alemania (Heidelberg), en 1567 por Michael Schirat, editor.
Se desprende del texto que el autor es un andaluz que ha residido en Sevilla, conocedor de las obras de Erasmo, partidario del protestantismo, familiarizado con las prácticas de la Inquisición.
Se revela testigo de los acontecimientos que tuvieron lugar en torno a los protestantes sevillanos entre los años 1557 y 1564: habla de la experiencia que obtuvo «en su mayor parte de forma directa del Santo Oficio hispalense.
El editor Oporino, en una carta del 10 de junio de 1567 a Hubert en Estrasburgo, pregunta si la obra de Reina sobre la Inquisición ha sido quemada en Flandes o si, en el caso contrario, no quiere publicarla. En otra carta de Reina a Diego López, de París, de Septiembre de 1567, él mismo menciona su publicación.
El libro consta de tres partes:
1) La primera relata, en orden cronológico, los procedimientos de la Inquisición.
2) La segunda expone algunos casos especialmente curiosos de herejes perseguidos.
3) La tercera los martirios de protestantes relajados y difamados como vacilantes en la fe.
El Prefacio, si bien por su título tiene carácter meramente introductorio y no forma parte autónoma de la obra, se considerará como tal por la importancia de su contenido, por más que el mismo autor lo señala expresamente en el índice.
La parte principal constituye las Artes propiamente dichas: Algunas artes de la Inquisición española descubiertas y hechas públicas. Aquí se describen las prácticas inquisitoriales de la persecución de protestantes, desde la primera sospecha de herejía hasta la celebración de un auto de fe y las sentencias pronunciadas.
La segunda parte expone Algunos ejemplos especiales a través de los cuales se ven más claramente las artes inquisitoriales puestas ya en su ejercicio y práctica genuinos y, añadidos en forma de apéndice, los Elogios de ciertos mártires piadosos de Cristo a los que, a pesar de haber sufrido con constancia cristiana pena de muerte por la confesión del Evangelio, los difamaron después los inquisidores con sus artes de perfidia y defección.
La defensa de la libertad de pensamiento es constantemente propugnada. La preocupación por los temas educativos está siempre presente.
* Historia de la Confesión de Ausburgo (Historia Confessionis Augustanae, Amberes, 1582), una traducción del latín al francés.
* Catecismode Amberes (Catechismus, Hoc est: Brevis instructio de praecipuis capitibus christianae doctrinae, per quaestiones & responsiones, proEcclesia Antwerpiensi quae Confessionem Augustanam profitetur. Amberes, 1580), publicado en latín, francés y holandés. “Breve enseñanza de los principales puntos de la doctrina cristiana, dispuestos en pregunta y respuesta como se enseña y usa en las iglesias y escuelas cristianas de los Paises Bajos, adictas a la Confesión de Ausburgo”
* Confesión del artículo relativo a la Cena. (Confessio in artículo de Coena, Cassiodori Reinii, Hispani, ministri in ecclesiaquae Antrerpiae se Augustanam Confessionem profiteri dicit, quam si eiussymmistae sincere profitentur, sublataerit inter eos et ecclesiarumre formatorum ministros controversia, Francfort, 1573);
* Sixtus Senesis, Bibliotheca Sacra, Sixto Senensi ex praecipuis católicae ecclesiae authoribus collecta, Francfort, 1575;
* También redacto unos Estatutos para una sociedad de ayuda a los pobres y perseguidos, en Frankfort.
CONCLUSIÓN
Casiodoro vino a formar parte de la pléyade de eruditos protestantes europeos que pusieron la palabra de Dios al alcance de pueblo, en su propia lengua y cultura. De la edición príncipe, hoy son muy pocos los ejemplares que se libraron de la furia inquisitorial, la mayoría se encuentran en las grandes bibliotecas de Oxford, Cambridge, Fráncfort y Edimburgo.
Al abandonar España, Casiodoro se aleja de la intolerancia y el rigor inquisitoriales para ir en busca de la libertad; fuera de su país será sorprendido por la intolerancia doctrinal entre luteranos y calvinistas. Nos parece comprensible que Reina haya querido mantenerse en una posición intermedia que sólo abandonará al final.
Conocidas las circunstancias en que nuestro traductor hubo de realizar su obra, se nos hace admirable su tenacidad en el empeño de traducir y publicar la Biblia en castellano. Con su versión de las Escrituras, Casiodoro hizo una contribución imperecedera a los mundos hispánico y protestante. Lo importante es que, pese al cúmulo de dificultades a que tuvo que hacer frente, pudo dar cima a una empresa de la que millones de personas de habla hispana se han beneficiado a lo largo de cuatro siglos y medio.
“En el trabajo realizado por Reina es importante destacar su valor literario, principalmente por dos motivos: primero, por la calidad de su lengua, que la convierte en un monumento de la literatura hispana; y segundo, por su extrema fidelidad al original, ya que recoge el tono primordial de las tradiciones hebreas, que rara vez consiguen otras traducciones, más apegadas al sentido doctrinal y teológico”[31].
“Aunque revisada y vuelta a revisar muchísimas veces, la obra monumental de Casiodoro ha perdurado por siglos. Muchísimos manuscritos y mucho más antiguos, especialmente del Nuevo Testamento, están ahora a disposición de los estudiosos del texto bíblico; la traductología y las investigaciones lingüísticas y filológicas han avanzado; hay nuevas traducciones, pero la de Casiodoro es inmejorable en la belleza del español, aunque, como toda traducción, es siempre perfectible”[32]. La Biblia del Oso es, muy probablemente, uno de los monumentos más desconocidos de la literatura española del Siglo de Oro.
Como señala, el académico español, Antonio Muñoz Molina con respecto a la Biblia del Oso y al imperdonable olvido al que se ha visto relegada, víctima aún de siglos de intolerancia religiosa: “…esta biblia ha sido "invisible" durante siglos, a pesar de ser una "verdadera joya literaria"[33] … “Que sea desconocida para casi todo el mundo es una de las calamidades de nuestra literatura, y de nuestro idioma. Como tanto de lo mejor que ha dado nuestro país…”[34].
En opinión del Dr. Oscar Elías Biscet: “Reina fue para las letras españolas lo que representó Martin Lutero para la lengua alemana... Por toda esta hermosa obra literaria y por dedicar y arriesgar su vida para enriquecer la cultura de la humanidad y hacer a esta más libre, la Real Academia Española debe integrarlo en el seno de los grandes escritores de la lengua española. Casiodoro de Reina tiene pendiente ese honor”[35].
Correos de España comienza la serie Efemérides emitiendo el 14 de enero de 2019, un sello dedicado a los 450 Años de la Biblia del Oso y el V centenario de la Reforma Protestante.
El Servicio Postal Mexicano puso en circulación el viernes 18 de enero de 2019 un conmemorativo de los 450 años de la Biblia del Oso
Montemolín la localidad donde nació el traductor y autor de la Biblia del Oso hace 450 años le dedica una calle el 27 de diciembre de 2019 a Casiodoro de Reina. Es la tercera calle que le dedican en España, tras las que tiene en Sevilla y en Santi Ponce.
Placa en Montemolín
Monumento a Casiodoro de Reina en Santiponce (Sevilla)
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Notas
[1] Gilgado, A., El Lutero
extremeño sale del ostracismo 450 años después, https://www.hoy.es/extremadura/lutero-extremeño-sale-20190120000414-ntvo.html. Escobar, M., “Casiodoro
de Reina “El Lutero español, en Historia
16, 27, Marzo de 2003, pp. 108-113.
[2] Menendez Pelayo, M.,
Historia de los heterodoxos españoles, vol . II, Editorial: B.A.C.,
Madrid, 1956, P, 111; Nicolás Antonio, Bibliotheca Hispana Vetus et nova, Tomo 1, J. Ibarra, Madrid, 1783, pág. 234. Schäer,
E.H.J., Protestantismo español e Inquisición en el siglo XVI, Vol. 1, Eduforma,
Alcala de Guadaira, 2014, p. 648; Kinder, A.G., Casiodoro de Reina,
Spanish Reformer of the Sixteenth Century, Tamesis Books, London, 1975, p. 18.
Archivo Histórico Nacional, Inquisición, leg. 2075, doc. 2.
[3] Moreno, D., Casiodoro de Reina. Libertad y tolerancia en
la Europa del siglo XVI, Centro de Estudios Andaluces, Sevilla, 2018, 2ª
edic., p. 10.
[4] Cipriano de Valera, Dos tratados del Papa y de la Misa, ed.
Usoz y Río, Madrid, 1851, (José Martín Alegría), Librería de Diego Gómes
Flores, Barcelona, 1981, p.248.
[5] Marcel Bataillon, Erasmo y España, Fondo de Cultura Económica, México, 1966, p. 705, nota 2.
[6] «Declaración o confesión
de fe hecha por ciertos fieles españoles que huyendo de los abusos de la
Iglesia Romana, y la crueldad de la Inquisición d'España hizieron a la Iglesia
de los fieles para en ella ser recibidos por hermanos en Cristo... Francfort,
M.D. LXXVII.» Texto y estudio introductorio publicados por Gordon Kinder en:
Diálogo Ecuménico, XIII, 1978, 48, pp. 365-419.
[7] Paul J. Hauben, Del monasterio al ministerio: Tres herejes
españoles y la Reforma, Editora Nacional, Madrid, 1978, pp. 114-115 y
141-142.
[8] González, J.A., Casiodoro de Reina, traductor de la Biblia en español, Sociedades
Bíblicas Unidas, México, 1969, p. 31; Enrique Fernández y Fernández, Las biblias castellanas del exilio,
Miami, 1976, pp. 114-115.
[9] Hauben, Op. cit., p. 145.
[10] Kinder, Op. cit., pp. 45, 59-63.
[11] Moreno, Op. cit., 143-150.
[12] Bada
Prendes, C., La
Biblia del Oso de Casiodoro de Reina; primera traducción completa de la Biblia
al castellano, Tesis doctoral, Universidad
Pontificia de Salamanca, 2016.
[13] Ibid., p. 103.
[14] Rosales, R. S., Op. cit., p.162
[15] Bada Prendes, C., Op. cit., p. 103, nota 95.
[16] Ibid., p. 104
[17] Kinder, A.G., Casiodoro de Reina..., Op. cit., p. 110.
[18]Rosales, R. S., Op. cit.,
p.162
[19] Hock, S., Op. cit.,
[20] Gomez,
C., La Biblia del Oso. 450 años de la Biblia en español, 1569-2019.
https://www.amabpac.org.mx/wp/la-biblia-del-oso-450-anos-de-la-biblia-en-espanol-1569-2019/
[21] Biblioteca José María Lafragua resguarda uno de los ejemplares de la primera traducción de la biblia, http://www.sexenio.com.mx/aplicaciones/articulo/default.aspx?Id=270148
[22] Gonzalez, Op. cit., p. 29;
Archivo General de Simancas, Estado, Legajo 816, fol. 166
[23] Traducción en Enrique
Fernández y Fernández, Las Biblias
castellanas del exilio, Editorial Caribe, Miami, 1976, p. 101.
[24] Stockwell,
B.F., Prefacios a las biblias castellanas
del siglo XVI, Editorial La Aurora, Buenos Aires, 1951, pp. 79ss.
[25] Kinder, Op. cit., p. 48
[26] Ibid., p. 51.
[27] Gilly,
C., "Defensa de Casiodoro de Reina", p. 6, en
https://fdocc.ucoz.com/2/historia_biblia_espanol.pdf
[28] Kinder, Op. cit., pp. 53-54.
[29] Gomez, C., Op. cit.,
[30] Rondón,
J.M., La
'revolución' de la Biblia del Oso, en https://www.diariodesevilla.es/ocio/revolucion-Biblia-Oso_0_1292271196.html
[31] Sanchez, R.B., La Biblia del Siglo de Oro, en https://demipluma.wordpress.com/2010/06/06/la-biblia-del-siglo-de%C2%A0oro/
[32] Gomez,
C., Op. cit.,
[33] www.eldiario.es/cultura/Munoz-Molina-protestantismo-discriminacion-escandalosa_0_603690489.html
[34] La obra maestra escondida, https://elpais.com/cultura/2014/07/23/babelia/1406135824_597398.htm
[35] Biscet, O. E., Casiodoro de Reina: Un
grande de la lengua y del espíritu,Presidente de la Fundación Lawton de Derechos
Humanos, http://www.lanuevanacion.com/articles.aspx?art=2364).
El autor es un especialista en el tema y es el autor de los siguientes libros:
Recuperando la Memoria: Héroes de la Reforma Española (Siglo XVI), Editorial Sola Fide.
Recuperando la Memoria: Héroes y heroínas de la Reforma Española (Siglos XVI - XVIII), Editorial Sola Fide.
Recuperando la Memoria: Héroes de la Reforma Española (Siglo XIX), Editorial Sola Fide.
Próxima aparición
Recuperando la Memoria: Héroes de la Reforma Española (Siglo XX), Editorial Sola Fide.
Recuperando la Memoria: Heroínas de la Reforma Española (Siglo XIX al XX), Editorial Sola Fide.
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Manuel Díaz Pineda. Doctorado en Ciencias de las Religiones, de la Universidad Complutense de Madrid, es Rector y Profesor de la Facultad Teológica Cristiana Reformada.
Cursó estudios teológicos en el Seminario Teológico Bautista Español (Madrid), en el Seminario Bíblico Latinoamericano, San José (Costa Rica), en la American World University (USA), en la California Christian University (USA).
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