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'La vida cotidiana de los primeros cristianos' de Fernando Rivas. Reseña| Alfonso Pérez Ranchal

Qué se sabe de... La vida cotidiana de los primeros cristianos, Fernando Rivas, Editorial Verbo Divino, 2011, 250 páginas 

El creyente medio que se acerca a la lectura de las Escrituras lo hace desde su propio contexto vital, desde su cultura, desde lo que constituye su vida cotidiana. Es desde aquí que entiende el texto bíblico e intenta extraer ideas y pensamientos que le puedan servir de inspiración y dirección. Lo mismo puede decirse de los ministros dedicados a exponer la Palabra. Si bien es cierto que esto puede ser considerado como algo natural y lógico -nadie puede escapar del tiempo y el lugar en el cual le ha tocado vivir- también lo es que de esta forma tanto el creyente como el ministro dejan de comprender, en buena medida, el contexto primero en el cual fueron dichas y escuchadas estas mismas palabras que después se pusieron por escrito y que forman parte de nuestras Biblias. Hablo de contexto primero a cómo fueron entendidas en medio de su día a día por aquellos creyentes anónimos que se toparon con estas palabras.
Normalmente los estudios sobre el cristianismo primitivo han estado enfocados sobre todo en cuestiones doctrinales y en los personajes y los acontecimientos más relevantes que se han dado en este periodo que va del siglo I al V. Esto está siendo complementado con algo esencial como es el descubrimiento y la comprensión de lo que era la vida cotidiana de los primeros cristianos. Esta forma de acercarnos a ellos hace que los mismos aparezcan cercanos a nosotros, con sus experiencias en los quehaceres diarios, en cómo afectó la nueva fe a sus mentes, a sus relaciones familiares, a su entendimiento de lo que debían ahora hacer en el ámbito social, cómo actuar con el prójimo, qué se demandaba de ellos cuando alguien sufría penalidades o carencias entendiendo lo particular y lo concreto del momento.
Por ejemplo, cuando el apóstol Pablo habla de que ya no hay ni varón ni hembra en Cristo, para personas de una cultura occidental como la nuestra esto puede parecer de los más lógico y la defensa de ello será vista, en la inmensa mayoría de los casos, como algo positivo y, a la par, aquellos que la nieguen serán señalados. Pero en el contexto en el cual se dijeron estas palabras, en la afectación que las mismas tuvieron en aquellas familias y personas que la aceptaron y defendieron originalmente las consecuencias y las resistencias en absoluto fueron en muchos casos tan positivas.

Es precisamente a esto a lo que está dedicado este libro llamado La vida cotidiana de los primeros cristianos de Fernando Rivas. Está dividido en cinco partes si bien es necesario aclarar que es la segunda en donde se lleva a cabo el meollo de la cuestión, yendo la misma desde la página 23 hasta la 186 en un libro de un total de 243 páginas.
La primera parte trata de los más importantes estudiosos o escuelas que han aportado o que han colocado las bases para la actual investigación sobre la vida cotidiana de los primeros cristianos.
Fernando Rivas

La segunda parte, que como ya apuntaba es la más extensa, se titula “¿Cuáles son los aspectos centrales del tema?”. Consta de cuatro capítulos y voy a citar textualmente al autor, ya que en la página 27 resume a la perfección el contenido de cada uno de ellos. 
“Así en el capítulo uno estudiaremos el cristianismo como una casa-familia inclusiva, donde se procuraba eliminar todo tipo de divisiones y discriminaciones que se daban en la sociedad, generando un espacio social alternativo (comunidades cristianas) donde estas diferencias eran abolidas, al menos idealmente, por la común y radical condición de hijos e hijas del Dios hermanado en Cristo.
En el capítulo dos descubriremos que en esta casa-familia se acogía sobre todo a los más necesitados, procurando dar sentido a sus vidas. Veremos quienes son estos necesitados así como las personas encargadas de esta acogida y los medios que las comunidades cristianas pusieron en marcha para su atención y cuidado.
El capítulo tres lo dedicaremos a uno de los temas centrales de la vida comunitaria en el cristianismo primitivo: el uso de los bienes materiales, más concreto, la práctica de la limosna como medio esencial para intentar vivir una casa-familia donde se comparte lo que se tiene para así poder llegar a compartir lo que se es.
Concluiremos este apartado con el capítulo cuatro, dedicado a las relaciones de la Iglesia con la sociedad, es decir, la casa-familia abierta al entorno donde vive: familia, ciudad, imperio, mundo de la cultura..., todo con carácter bidireccional, viendo tanto lo que el cristianismo recibe de esta sociedad como lo que aporta a ella”.
La tercera parte se llama “Cuestiones abiertas en el debate actual”. Se tratan aquí algunos temas que recurrentemente nos podemos encontrar en diferentes medios y que son motivos de distintas opiniones en ocasiones enfrentadas. Por ejemplo, la primera cuestión que se aborda es si todo en la Iglesia antes de la aceptación del cristianismo por parte del emperador Constantino era bueno y ello comenzó a torcerse precisamente a partir de este emperador.
La cuarta parte se llama “Relevancia actual del tema" y realiza algunos paralelos de lo que se vivió en la cristiandad primera para así traerlos a nuestro presente.
La quinta y última parte es “Para profundizar" y se trata de la presentación de una bibliografía escogida y comentada para ampliar conocimientos de todas aquellas personas interesadas.
Por lo que apuntaba al principio de esta reseña, se hace más que evidente lo necesario de leer libros con la temática presente. Es una apertura a la fe que se vivía en la cotidianidad, en el andar por casa, cuando se hablaba entre parientes o al ir al trabajo. Es la fe de tantos creyentes anónimos de los que si bien no conocemos sus nombres, por medio de lecturas como la presente podemos acercarnos a ellos y comprenderlos de forma más cercana e íntima. 
Fernando Rivas realiza un destacado trabajo de investigación usando gran cantidad de citas todas ellas de gran interés y que nos permite conocer lo que estos autores del cristianismo primitivo pensaban sobre todos estos aspectos que afectaban y que pertenecían a la vida. Una provechosa lectura, sin duda.


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Alfonso Pérez Ranchal es Diplomado en Teología por el CEIBI (Centro de Investigaciones Bíblicas), Licenciado en Teología y Biblia por la Global University y profesor del CEIBI. Es autor del libro La vida, la muerte y el más allá a través de la Biblia de la editorial Clie.
Vive en Cádiz.  



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