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Las misiones de la Reforma | Manuel Díaz Pineda

Hemos de comenzar reconociendo que inicialmente el énfasis de la Reforma fue más teológico que misionero. Los reformadores querían rescatar el cristianismo de la corrupción moral y eclesiástica en que había caído, y querían poner a las Sagradas Escrituras en el primer plano, con sus doctrinas de solo Cristo, sola Escritura, sola gracia y sola fe. Sin embargo, la Reforma puso nuevos y buenos fundamentos sobre los cuales se podría edificar los movimientos misioneros posteriores. Esta época tuvo lugar desde la Reforma hasta los misioneros de Halle, desde 1517 hasta 1650.


1. La relación entre la Reforma y la obra misionera


La Reforma Religiosa trajo nuevos frentes no solo para el cristianismo, sino que también para toda la historia de la humanidad. Los reformadores vivieron en una era en que Europa vivía en agitación por las “guerras de religión” en Alemania, Francia y Holanda, que concluyeron con la firma de la Paz de Ausburgo (1555). De ahí que en tales circunstancias en que se cuestionaba su razón de ser y su propia existencia, no es de extrañar que inicialmente el protestantismo tuviera tan poco interés en la misión y que buscara inicialmente su propia expansión y estabilidad en toda Europa, siendo ya esto, a nuestro entender, en sí mismo un acto de misión. Hay que recalcar que en los inicios de la Reforma en sí misma no era un movimiento misionero, aunque en su alma (esencia) llevara impreso el mandato imperativo de misionar. La Reforma eliminó los argumentos "anti-cristianos" del interior de la Iglesia para tratar de construir una iglesia correcta basada en el cristianismo.  

Los protestantes no fueron tan eficaces como los católicos en las misiones porque, entre otras cosas, los protestantes estaban elaborando su propia teología, se encontraban enredados en controversias internas y estaban ocupados con las guerras religiosas en Europa. Los gobernantes protestantes se manifestaron indiferentes a la evangelización del mundo. Los protestantes carecían de monjes u otros medios para dirigir sus programas evangelizadores. Finalmente, los protestantes tenían poco contacto con los pueblos no cristianos. Sin embargo, los protestantes trabajaron las bases de la obra misionera. Había una llamada insistente a "una vuelta a las enseñanzas de la Biblia, y la Biblia enseñaba el deber de evangelización del mundo. Es decir no solo la traducción de la Biblia se volvió una nueva arma importante para la expansión de las influencias de las misiones, sino que también se volvió un incentivo para transmitir correctamente las enseñanzas del cristianismo. 

El trabajo misionero comenzó lentamente entre las iglesias protestantes que seguían la Reforma del siglo XVI, por las siguientes razones: 

1. Una teología que enseñaba la gran comisión, que aún era vinculante para la iglesia, porque los Apóstoles no la cumplieron por completo

2. La Reforma fue una batalla sobre los abusos eclesiásticos, la corrupción moral en la iglesia y el error doctrinal.  

3. Las iglesias protestantes eran dispersas y pequeñas. Además, no tenían las órdenes religiosas o monásticas que contribuyeran tanto a la extensión del cristianismo. También, el protestantismo fue quitado de los campos de la misión de África, India, Asia y del nuevo mundo.  

La Reforma no fue inicialmente, por las razones ya indicadas, un movimiento principalmente misionero, pero realizó el trabajo básico para las misiones.  

2. Oportunidades de misión


Ahora nos fijaremos en las oportunidades de misión que tuvieron, y en su participación real en ella. No cabe duda de que la doctrina del Sacerdocio Universal, desarrollada o redescubierta por los reformadores, era parte esencial de la teología misiológica del protestantismo. Sin embargo, muchos especialistas censuran la nula atención inicial prestada por la reforma magisterial a la responsabilidad misionera de la iglesia. Los reformadores sostenían a la par que Dios crea las oportunidades de testimonio y que su Iglesia debía mostrar su responsabilidad en el inexorable avance del Reino por medio de la predicación del Evangelio. De hecho se defiende que muchas de sus lecciones fueron originalmente preparadas para formar como misioneros a los que estaban estudiando en sus escuelas. Parece por tanto que, aunque no puedan hallarse en los reformadores referencias explícitas a la misión, sí se dejan ver sus principios básicos. Desde luego nunca llegaron a abordar cómo llevar a cabo un modelo ideal de misión.  

Una de las justificaciones para la falta de proyectos misioneros concretos es que concentraron buena parte de los recursos en la reforma de la Iglesia, la abolición de la vida monástica y la rehabilitación de la familia, lo que sustrajo recursos para la misión. Algunos alaban a Calvino por ser el único reformador que organizó una expedición misionera; en concreto, a Brasil el año 1556. Hay que decir, sin embargo, que se trató de una petición venida de fuera que, ciertamente, fue aceptada por Ginebra. Por tanto, lo más que puede decirse de este episodio es que Calvino alentó y apoyó la misión al extranjero, pero no que fuera un gran líder misionero.

Los reformistas no se desprendieron de la obligación de misionar hacia el mundo que los rodeaba. Los primeros esfuerzos misioneros de la Era Moderna, comenzaron con Calvino. La educación impartida por Ginebra inculcaba disciplina personal y ortodoxia rigurosa. En 1564 Ginebra contaba con más de 300 estudiantes que, aunque llamados pastores, fueron formados para repartirse por toda Europa como misioneros. A través de su Academia, preparó hombres que venían de Francia, Alemania, Holanda, Escocia, Inglaterra, etc., a quienes los preparaba para luego enviarlos de vuelta a sus tierras de origen como misioneros. Otra forma de saber si la misión formaba parte intrínseca del pensamiento de Calvino es evaluando a sus propios discípulos. Dado que Calvino creía que Dios mismo abría las oportunidades para la extensión de su Reino. 

3. Aspectos de la obra misionera


Es especialmente importante, desde el punto de vista misiológico, darse cuenta de la rápida extensión de la Reforma por toda Europa, así como por la parte sur del hemisferio occidental. Mientras la Reforma se extendía por toda Europa, también la fe reformada alcanzó a otras naciones. Los misioneros fueron enviados y supervisados por los líderes de la iglesia local. Por ejemplo, este fue el caso con la Iglesia Reformada en Ginebra. Los pastores y misioneros fueron enviados a Brasil. El movimiento misionero protestante se asocio con el movimiento mercantil y colonizador de ciertas naciones europeas.   

En el siglo XVI los hugonotes franceses estaban a la vanguardia de la expansión protestante en América. Después llegaron los holandeses, los ingleses y los alemanes. En el estudio del inicio de la participación reformada en Caribe y Latina América, es supremo reconocer la herencia europea en los planes de misiones para América.

1) Caribe

Los primeros intentos de religiosos no-católicos para establecerse en América Latina y el Caribe se produjeron en 1528 con la expedición de los primeros “luteranos” que se establecieron en el oeste de Venezuela. Esta fue la colonia de Welser, entre los colonos alemanes había destacados luteranos, como el gobernador Ambrosio Alfinger y el vicegobernador Nicolás Federmann, cuyos respectivos padres habían sido hasta firmantes de la Confesión de Augsburgo. El historiador Lars Pederson Qualben afirma al respecto que «por el año 1532 toda la colonia había aceptado la fe luterana».

Se informa que aún desde 1538, había actividad de los hugonotes en el Caribe, un hugonote francés, Jacques de Sores llegó a las costas de La Habana (Cuba) celebró un culto en su barco y distribuyó biblias; y los “luteranos “misionaron en la Española (República Dominicana). Se tiene constancia documental de que la Biblia española de Casidoro de Reina, completada en Europa en 1569, fue introducida en América Latina poco tiempo después. Se informó que el obispo Agustín Dávila Padilla (1599, llegó de México a Santo Domingo) tomó 300 copias de la Biblia protestante en 1599 y mandó quemarlas en publico
Calvino

Los protestantes no pudieron entrar al centro del imperio iberoamericano (patrimonio de portugueses y españoles) y por lo tanto tuvieron que instalarse en las islas del Caribe bajo la protección de gobiernos holandeses, ingleses, daneses, e incluso colonias francesas. Los hugonotes franceses habían estado activos y Robert de Larrey tentativamente se habían situado en Perú (1573-1574), Brasil (1594, 1604, 1610), René Marie de Montbarrot intentó establecerse en Trinidad (1604, 1610). Los franceses colonizaron la Guyana Francesa en 1616. La mayoría de las actividades eran comerciales antes que eclesiásticas. En una pequeña isla en la costa norte de Haití, Tortuga, se informa que, en 1626, un tal Le Vasseur, que era conocido como un hugonote francés, se encontraba estacionado en la isla de Tortuga. Las posibilidades de establecer una iglesia protestante francesa eran reducidas y no le fue posible fundar una iglesia.

Los británicos llegaron al Caribe a principios del siglo XVII: El primer ministro en Bermuda fue el Rvdo. Richard Bucke de la iglesia de Inglaterra en 1609. George Keith de Escocia había sido entrenado como un presbiteriano en Escocia, pero sirvió en Bermuda a través de la iglesia de Inglaterra. El Rvdo. Lewis Hudges fue el segundo ministro en Bermuda. En 1644 la primera iglesia presbiteriana fue organizada en Las Bermudas. También establecieron misiones en Barbados (1626), Belice (1638), Jamaica (1655), Trinidad (1797), Granada (1783). 

Los holandeses llegaron a Curazao en 1634. El Rvdo. Fredericus Vitteus fue traído a Curazao como el primer predicador para los colonizadores en 1635. Él dio sus servicios de 1635 a 1639. Una gran lista de predicadores fueron enviados después de él con la misión de cristianizar a los muchos cientos de indígenas en las islas. Esto debía llevarse a cabo a través de la conversión de los indios a la fe reformada. En 1649 el Rvdo. Charles Rochefort, bautizó a varios blancos, a quince indígenas y a varios africanos adultos.

Los holandeses reformados llegaron a Surinam en 1667. Posteriormente, por cerca de cien años (1686-1783), una iglesia hugonota francesa estuvo operando en Paramaribo y Surinam. El Rvdo. P. d’Alvas y el Rvdo. J. Fauvarque trabajaron con los indoamericanos. El Rvdo. Pierre Terson fue enviado desde Holanda para ser un misionero a los indios de Arawak. Sin embargo, no se fundó ninguna iglesia indígena, aunque se tomaron con interés las misiones con los no-cristianos. Los colonizadores holandeses reformados se dedicaron con persistencia a construir iglesias en las islas que inhabitaban, ya fueran estas controladas por daneses, holandeses, ingleses o franceses.

Los daneses llegaron a St. Thomas, en 1657. La primera congregación fue la Iglesia Reformada de St. Thomas, que fue establecida en 1660 y se asoció con la Iglesia Reformada Holandesa. También misionaron en St. Kitts, y St. John. Con todo, el protestantismo no logró quedarse dentro de las colonias iberoamericanas del nuevo mundo hasta el siglo XIX. Hubo protestas dentro de la Iglesia Católica, que en pocos años fueron silenciadas. El protestantismo europeo se estableció en el siglo XVII en las islas y colonias holandesas, inglesas y francesas.

2) Brasil

La primera experiencia de protestantes franceses, con propósitos misioneros, cuyo objetivo era promover el cristianismo reformado y fundar una colonia al estilo de la Ginebra calvinista, se dio en la bahía de Guanabara, en la costa de la actual de Río de Janeiro, Brasil, a mediados del siglo XVI. 

Los hugonotes franceses fueron los pioneros de la expansión protestante por las Américas. En el estudio de los orígenes de las actividades evangelísticas reformadas transculturales en Latinoamérica y el Caribe, es fundamental entender la actividad misionera de Calvino desde Ginebra, y la expedición Villegaignon con los hugonotes a Coligny a Brasil. El mismo Calvino creyó que Dios abrió la puerta de Brasil. Calvino y la iglesia en Ginebra recibieron una carta en petición de ayuda, y se hicieron planes para enviar once artesanos, dos pastores, y un jefe de expedición. Las actas de la iglesia de Ginebra, de la reunión del 25 de agosto de 1556, dicen: El martes 25 de agosto, como resultado de recibir una carta, pidiendo a esta iglesia el envío de pastores a las nuevas islas, que los franceses han conquistado, son elegidos los dos pastores M. Pierre Richier y M. Guillaume Chartier. Siendo, por lo tanto, encomendados al cuidado del Señor, y enviados con una carta de esta iglesia.

Los hugonotes habían mantenido una relación amistosa con los indios Tupinambas. Y de esa forma establecieron los hugonotes franceses sus primeros contactos sociales y evangelísticos con los "salvajes paganos". Richier escribe: "No guardábamos ninguna esperanza de ganarles para Cristo, aunque esto era realmente lo más importante de todo". Cuando desapareció la impresión inicial, Richier parecía más optimista: Ya que es el Todopoderoso el que nos ha dado esta tarea, debemos esperar que esta tierra se convierta en futura posesión de Cristo”. El punto central en todos los medios de la expansión del evangelio era la iglesia. J. Van den Berg anota: Todo el trabajo de la iglesia fue "misión," no había una clara distinción entre reformación y la tarea misionera de la iglesia en el estricto sentido de la palabra y por esto nosotros tenemos la mala perspectiva cuando tratamos de aplicar nuestros modernos conceptos de misiones a la visión mundial de los reformados.

La primera iglesia reformada se estableció en América Latina el 10 de marzo de 1557. Había predicaciones todos los días y dos veces los domingos. El 21 de marzo, 1557, se celebró la primera Santa Cena protestante en las Américas. El 3 de abril, 1557, se llevó a cabo el primer culto protestante y la celebración de matrimonios. Encuentros con los Tupinambas. -primeras impresiones -oportunidades para testificar en esa colonia francesa se redactó, en 1558, la primera confesión de fe protestante hecha en América, 62 años antes de que los puritanos ingleses conocidos como los Padres Peregrinos llegaran a Norteamérica en 1620 y fundaran la colonia de Plymouth, la primera colonia permanente en la Nueva Inglaterra. Estaban directamente relacionados con la iglesia ginebrina y la Academia de Calvino. 

Los calvinistas holandeses ocuparon partes del noreste de Brasil (Pernambuco), colonizando y estableciendo allí la Iglesia reformada neerlandesa. Aquí hemos de destacar la figura del primer misionero protestante español enviado a Brasil:

Vicente Joaquín Soler, fue un hombre de concordia; es considerado, por Frans Leonard Schalkwijk, como el padre de las misiones calvinistas en el Brasil Holandés, por el celo y la audacia con que se comprometió en la obra de implantación de la Iglesia Cristiana reformada y como el principal agente de la catequesis calvinista en Brasil. Vicente Joaquín Soler se comprometió honestamente con esta misión de evangelización de los pueblos indígenas con la convicción de que estaba haciendo un gran servicio en la cosecha del Señor. En vista de eso, es que puede ser llamado el “de las Casas protestante” que a la manera del fraile dominico supo imprimir a la acción colonizadora un sentido moral y evangélico.

Los holandeses que fueron a Brasil (1630-1654) tenían buenas motivaciones y resultados. Vicente Joaquín Soler era el jefe de los predicadores franceses de la iglesia valona de La Haya que se trasladó a Recife, buscando por todos los medios y modalidades convertir no sólo a los indios, sino también a los católicos, africanos (negros) y Judíos”, sin descuidar a su rebaño especifico, los de habla francesa. Fue un luchador de los derechos de los esclavos negros. Abandonó el país en 1644, pero hasta su muerte fue asesor de las misiones en Brasil.

El modelo eclesiástico tuvo muy buenos resultados; indios y otros no-holandeses se convirtieron, se entrenaron líderes y se fundaron iglesias. La obra misionera calvinista duró allí 30 años, hasta 1654, año en el cual los holandeses fueron obligados por los portugueses a salir del país. En ella, su gobernador, Mauricio de Holanda, emitió un edicto con el cual se concedía la libertad religiosa en la colonia a todos aquellos que reconocieran el dominio holandés. Es muy probable —como afirma Agustín Batlle— que esta haya sido la primera proclama sobre libertad religiosa en la historia de América Latina

Según Léonard, fueron estos los primeros protagonistas de la evangelización protestante en América y los primeros en fundar una institución educativa para preparar misioneros que trabajaran en las colonias holandesas en América. Su obra misionera, por lo menos en el caso de Brasil, se extendió a los indígenas, logrando algunas conversiones. 

El Dr. Frans Schalkwijk ha escrito abundantemente sobre la iglesia reformada holandesa del siglo XVII, en los distritos de Pernambuco, Itamaracá, Paraíba y Río Grande. Durante la ocupación holandesa llegaron cuarenta pastores, ocho misioneros para trabajar entre los indios y muchos obreros laicos llamados "consoladores" que ministraron especialmente a los enfermos. Estuvieron todos bajo la autoridad y la supervisión de la Iglesia Reformada en Holanda. Existe un archivo en Holanda con el registro de todas las actas de las clasis (presbiterios) y sínodos realizados en Brasil en el siglo XVII.

Varias iglesias fueron establecidas en la región, y se eligieron ancianos gobernantes en las congregaciones principales. Algunos de los lugares fueron: Pernambuco, Recife, Olinda, Serinhaem, Itamaracá, Cabo de Santo Agostino, Paraíba, Restinga, Muribéca, Porto Calvo, Forte Norte y Forte Sur de Paraíba, San Antonio da Goiana, Sao Francisco, Cinco Pontas, Porto Ernesto, Forte, Orange, Ceará, Mauricia, Tapecerica e Iguarassú. Se nombraron pastores misioneros con el encargo de establecer pueblos de indios, integrando así al indio como parte de una sociedad cristiana que, en ciertos aspectos, se asemejaba al modelo jesuita de las reducciones. Pero los integrantes de los pueblos quedaban en libertad de movimiento y acción, y fueron en gran parte gobernados por ellos mismos. Los primeros misioneros fueron David Doorenslaer (1638) y Juan Edwards (1640). Celebraron la Santa Cena con adultos indígenas por primera vez en el año 1640. Fue necesario trabajar en tres idiomas: portugués, tupí y holandés; así lo decidió el clasis de Pernambuco en 1639.

3) Florida

Fueron dos los intentos de establecer colonias en Florida llevados a cabo por los hugonotes franceses. En 1562, se estableció la colonia bajo la dirección de Jean Ribaut. Dos años más tarde René de Laudoniere estableció otra colonia francesa, lograron asentarse cerca del actual Cabo Cañaveral en donde fundaron Fort Caroline, con el propósito de plantar la fe protestante en el nuevo mundo. Esta colonia —vista por los españoles como una “cueva de herejes”, eran una colonia de más 1000 personas que fue destruida en 1565 por el capitán español Pedro Menéndez de Avilés. Solo treinta personas escaparon de la masacre, y otros veinticuatro sobrevivieron, al renunciar a su fe protestante. Así terminó la colonia hugonote en la Nueva Francia. Fue el primer asentamiento de hombres y mujeres en este territorio que insistió en el derecho de cada persona de adorar a Dios con libertad y vivir sin restricciones religiosas. Aunque la gran mayoría eran hugonotes, había algunos católicos, mahometanos e incrédulos. No fueron perseguidos por su fe. Las fuentes indican que se hicieron algunos contactos evangélicos entre la población no francesa.

4) Asia

Fue en Halle (Sajonia-Anhalt) que comenzó la Asociación Misionera. Esta Universidad se hizo famosa en la historia como escuela para la preparación de misioneros a ultramar. En la Universidad se prepararon sesenta misioneros pietistas alemanes, que fueron a los campos de labor enviados por sociedades misioneras inglesas, suizas, holandesas y danesas.

Otros calvinistas se cuentan entre diversas misiones pioneras. Así, en 1595 varios misioneros calvinistas holandeses fueron enviados a la India Oriental y Ceilán, donde tradujeron la Biblia al malayo. Los de la Compañía Holandesa Este de Indias vieron que era necesario establecer un seminario en Leiden, en 1622, para el entrenamiento de los capellanes y los misioneros para el servicio en Indias del este. Las compañías del este holandesas e inglesas, estipularon que el plantar iglesias y la conversión de los paganos fueran emprendidas en las colonias.

Abraham Rogerius, a partir de 1633 trabajó como capellán en la ciudad de Pulicat, capital holandesa de la colonia de Coromandel. Estudió el hinduismo en el sur de la India y aprendió portugués. Ministró como misionero 10 años entre los tamiles en la colonia holandesa de Pulicat cerca de Madrás, India.

Los holandeses fueron los primeros en establecer misiones e iglesias en Asia: Bajo los términos de la carta orgánica de la Compañía Unida de las Indias Orientales se establecieron iglesias protestantes en India, que eran consideradas como “iglesias de la Compañía”. Todos los empleados debían ser miembros, y entre 1602 y 1799 se prepararon y enviaron unos doscientos cincuenta y cuatro pastores y ochocientos visitadores de enfermos (capellanes). Los primeros pastores llegaron a Quebon en las Molucas en 1612, y a Kupang en Timor en 1670. 

Para cuando la Compañía llegó a su disolución había dieciocho congregaciones protestantes (calvinistas) en Indonesia. Toda la Iglesia de las Indias Orientales era dirigida por una sola junta en Batavia (Yakarta). Los cultos eran dirigidos por “maestros congregacionales” locales, que usaban oraciones impresas y leían sermones impresos. Los resultados de estas labores de evangelización hechas a medias fueron que la mayoría de los bautizados nunca fueron miembros plenos de la Iglesia. Hubo cultos en malayo o indonesio desde temprano y el Nuevo Testamento se publicó en malayo en 1668.Tambien establecieron misiones duraderas en Formosa (Taiwán), donde de 1627 a 1662 se evangelizó activamente al pueblo indígena. Los misioneros también fueron responsables de la creación de escuelas en los pueblos bajo control neerlandés, no sólo de enseñanza de la religión, sino también de otras habilidades como la lectura y la escritura.
Cuáqueros

Los cuáqueros se interesaron en las misiones en el extranjero, en 1658 enviaron misioneros a Turquía y en 1661 envió Jorge Fox a tres de sus hermanos en la fe como misioneros a China; pero el grupo nunca llegó a su destino. En el año 1664, los luteranos en Austria procuraron enviar obreros, pero recibieron mucha resistencia de parte del resto de su iglesia. Años después Justiniano von Weitz, el primer misionero luterano, zarpó para Surinam en la costa atlántica de América del Sur, donde entregó su vida en un esfuerzo fallido por establecer una misión allí. Fue el defensor del indio y el negro en Surinam. En el año 1660 los “Amigos” ya tenían misioneros en Antigua, Barbados, Terranova, Surinam, Turquía y Jerusalén.

En conclusión

La raíz de la misión actual se puede encontrar en la Reforma Religiosa. La Reforma en sentido de un re-hallazgo de la Biblia encontró la teoría fundamental que la Biblia enseña. La teología y dirección de Juan Calvino (1509-1567) contribuyó no solo a la Reforma protestante, sino también a los esfuerzos misioneros del siglo XVI. Por medio de la Reforma Religiosa, la obra misionera se dividió en dos, la romana por un lado y la protestante por otro.

La iglesia romana comenzó a mostrar interés por la obra misionera gracias a la influencia del anti-reformismo y los jesuitas se convirtieron en centro y comenzaron a misionar en cada región. El misionero más representativo de la iglesia romana fue el jesuita Francisco Javier. Fue discípulo de Loyola, quien fue su colaborador y misionó en Japón y en la India. Sus misiones dieron muchos frutos. En Japón logro que miles de personas se convirtieran en solo dos años y medio. Mientras que la iglesia romana misionaba activamente, el acto misionero de los protestantes casi no se apreciaba. Los gobiernos protestantes, especialmente Holanda e Inglaterra, se empeñaban en colonizar todo el mundo y los pastores los acompañaban en esta tarea de colonización. 

Trabajar a través de los gobernadores y flotas mercantiles no era lo ideal para los misioneros porque estas instituciones no tenían como prioridad predicar el evangelio a los demás. Por otra parte, cuando los gobernantes y las compañías mercantiles quisieron rechazar la iglesia, esta estaba indefensa, ya que dependía también del sistema colonial y deteniendo toda posibilidad de realizar los trabajos misionológicos entre los indios. Así, las misiones en las colonias no obtuvieron muchos frutos. Las iglesias concentraban su interés en la doctrina. Había controversia en cuanto a este tema. Los protestantes, en el tiempo de la Reforma, no tenían un criterio claro acerca de las misiones, no tenían una fórmula para llevar a cabo la evangelización. Aunque como ya hemos descubierto, conocemos que varios líderes se esforzaron en estimular el interés en las misiones y que el resultado de esto apareció con un nuevo aspecto.

Calvino fue un hombre de su época. El siglo XVI significó que las misiones fueron productos de esa época. Calvino mismo fue, por lo menos en apariencia, el más misionero de todos los reformadores. Algunos eruditos han llamado a Juan Calvino "director de la misión evangélica", o "director de misiones." Ginebra se convirtió en un centro para la reforma protestante en Europa durante el siglo XVI, así como en un centro para un movimiento internacional de misiones a lo largo de Europa e incluso América. Calvino pertenece a una larga lista de notables misioneros teólogos cuyas contribuciones son frecuentemente mal entendidas e interpretadas.



BIBLIOGRAFÍA

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Manuel Díaz Pineda. Doctorado en Ciencias de las Religiones, de la Universidad Complutense de Madrid, es Rector y Profesor de la Facultad Teológica Cristiana Reformada.

Cursó estudios teológicos en el Seminario Teológico Bautista Español (Madrid), en el Seminario Bíblico Latinoamericano, San José (Costa Rica), en la American World University (USA), en la California Christian University (USA).




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