Ir al contenido principal

Palabras en la arena -Por Manuel Velázquez Martín

En Babilonia, según el código de Hammurabi, los adúlteros y adúlteras eran arrojados al agua con sus cuerpos entrelazados y atados con cuerdas para que así murieran ahogados. 
Sin embargo, en Israel, era el apedreamiento el procedimiento previsto por la Ley para ejecutar a los culpables de este mismo delito.

Dos métodos igual de crueles con esa diferencia, debido a que en Israel, al contrario que en Babilonia,  hay  poca agua y muchas piedras... 
Por eso, en aquel  terreno reseco y tan lleno de pedregales de Palestina, sus habitantes aprendieron a practicar a menudo el ejercicio de "apedrear" a los culpables.

En aquella ocasión, como tantas madrugadas, el Jesús picapedrero había bajado del monte donde se dejaba envolver por el amor de su Padre y el silencio de la noche.  
Y estando sentado en la explanada del templo para hablar con la gente y ver si algún devoto se sacudía sus miedos ancestrales y descubría el rostro de un Dios bastante más bueno y saludable para ellos...  vio  como se rompía la calma de aquella mañana soleada por un gran tumulto provocado por un grupo de hombres que traía arrastrando a una pobre mujer sorprendida en adulterio y que, según la ley, debía morir apedreada.
La ponen delante de sus ojos y le preguntan:

"¿Tú qué dices?" 

De entrada, nos llama la atención que en  un adulterio, que es cosa de dos, solo se haya sorprendido a la mujer.
Pero está claro que esta mujer es solo una excusa para intentar comprometer a un Jesús tan libre, tan auténtico y tan valiente que los ponía en evidencia tantas veces.

Para ellos, con tal de alcanzar su objetivo, todo vale y no tienen problema en olvidarse de la persona y convertir un drama humano en un motivo de lucha ideológica.

Y Jesús, por el contrario, pasa de discusiones ideológicas y pone su atención precisamente en ese drama humano que todos llevamos dentro.
Por eso no contesta... solo escribe palabras en la arena...
Palabras silenciosas y rotundas que nos enfrentan a todos con nuestra propia conciencia... 
Y  haciendo honor a su oficio de buen picapedrero, tritura esas piedras dispuestas a ser lanzadas contra alguien por unas manos, a veces tan crispadas y agresivas.

¿Que palabras habrá que seguir escribiendo hoy en nuestra arena frente a todos aquellos que acusan, persiguen o intentan machacar a tanta gente, y especialmente a tantas mujeres, en demasiados lugares de nuestro mundo?
Hoy, en cualquier momento, ahora mismo... alguna mujer está siendo acusada, vejada o despreciada como lo fue aquella mujer del evangelio...
Y me pregunto si tendrá esta mujer de hoy quién la defienda, quién la dignifique, quién escriba en el suelo de su historia palabras liberadoras que sanen su corazón herido y restauren su dignidad acorralada.

______________________


Manuel Velázquez Martín






Comentarios

Entradas populares de este blog

El calvinismo a examen.1.2 La doble predestinación - Por Alfonso Ropero

  " La doctrina cristiana de la voluntad de Dios es la doctrina del “decreto” divino. Esto significa que todo lo que existe tiene su origen en el pensamiento y la voluntad de Dios, que ese pensamiento y esa voluntad no son arbitrarios, sino en armonía con su naturaleza. La Biblia no sabe nada de un “doble decreto”, solo conoce el decreto de la elección; y así no hay una doble voluntad, sino la única voluntad revelada a nosotros como amor”. Emil Brunner [1]      

Guía práctica para escribir una exégesis

  Muchas veces nos acercamos al texto bíblico con prejuicios o con ideas ya formuladas acerca de lo que el texto supuestamente quiere decir. Para un estudio serio del texto, debemos, en lo posible, abrirnos al texto, despojarnos de esos prejuicios y tratar de extraer de las Escrituras el mensaje revelado por Dios.  La Biblia no se interpreta sola. Debemos interpretarla. Además de una lectura orante o devocional, debemos hacer una lectura seria y profunda, una lectura bien estudiada, en otras palabras, una exégesis.  Acá les compartimos, traducida del inglés, una guía para la exégesis bíblica.