"Una de las peores trampas en las que el obrero cristiano puede caer es obsesionarse con los momentos excepcionales de inspiración que ha tenido. Cuando el espíritu de Dios te da un tiempo de inspiración y discernimiento piensas: 'Ahora, esta será siempre mi condición para Dios'. No, no lo será y Él cuidará que no sea así. Esos momentos son un regalo de Dios en su totalidad. No te los puedes dar a ti mismo cuando lo desees. Si dices que siempre tienes que estar en tu mejor condición, realmente te conviertes en una carga intolerable para Él. Nunca harás nada a menos que Dios te mantenga inspirado de una manera consciente. Si a tus mejores momentos los conviertes en un dios, descubrirás que la guía del Señor va desapareciendo de tu vida y nunca regresará hasta que seas obediente en el trabajo que te ha colocado más cerca, y cuando aprendas a no obsesionarte con esos momentos excepcionales que Él te ha dado". (Oswald Chambers, En pos de lo supremo ). El devoc
Un lugar abierto a la reflexión